Capítulo 13: Regreso a la Batcueva

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Cerca de las once cuarenta y cinco de la noche; Bruce estaba sentado en el estudio leyendo "El Misterio de Salem's Lot" de Stephen King cuando oyó sonar el teléfono de Alfred en el salón contiguo. A pesar de la pared, podía oír la voz de Barbara.

"Es Dick, está herido. Prepárate"

Bruce no escuchó la respuesta de Alfred, pero escuchó sus zapatos golpeando el piso de madera mientras se dirigía a las escaleras que deban al estudio.

Era donde Bruce estaba ahora, mirando el reloj del abuelo. Sintió un ligero temblor en su mano que iba y venía. Sabía lo que había ahí abajo.

Bruce no estaba listo. No todavía. Se sacó el teléfono de los pantalones y recordó los sucesos de la tarde.

No quería dar crédito alguno a John Constantine, pero tampoco quería ser el que no escuchara si la gente que quería estaba en verdadero peligro. Estaban sucediendo cosas extrañas. Hubo ataques con armas de villanos derrotados. Selina había regresado a Gotham con un motivo no revelado.

El círculo de fantasmas que lo esperarían en el "Mas Allá" ganarían un número más.

Y eso también sería culpa de Batman.

Todo lo que hizo como protector de Gotham fue acumular un número de muertos, y lo más triste fue que nunca fue estrictamente responsable. Él era el imán de toda la maldad en una ciudad que solo logró pudrirse de diferentes maneras. Su hogar, su lugar de orgullo, decayendo bajo diferentes corrientes de maldad que florecieron, Batman o no Batman. Su presencia significó que los maníacos disfrazados representaran sus inseguridades y traumas en un gran escenario, costando miles de vidas. Sin Batman, los policías podrían disparar a personas inocentes a plena luz del día y simplemente serian suspendidos por ello.

No había forma de ganar.

Con esos pensamientos en mente, lo mínimo que Bruce podía hacer, era ver a un amigo. Le envió un mensaje de texto a Zatanna.

"¿ESTÁS AHÍ?"

Y como era un hombre adulto de unos cuarenta y seis años, usaba letras mayúsculas y puntuación.

Se guardó el teléfono en el bolsillo y volvió a mirar el reloj. Giro las manecillas en sentido anti horario hasta las diez cuarenta y siete para que le permitieran entrar en la Batcueva.

Alcanzó el reloj...

El sonido de las perlas cayendo sobre un pavimento mojado.

La vista de una casquillo cayendo.

...y su mano se detuvo, como si entrara en contacto con la barrera de plexiglás de una vitrina del museo.

Su teléfono vibró. Lo sacó.

Zatanna le había respondido el mensaje de texto. Y como era una mujer adulta de unos treinta y tantos años, no usaba letras mayúsculas y puntuación.

"Si... que pasa?"

Bruce suspiró.

"CONSTANTINE VINO A MI OFICINA HOY. HIZO UNA ESPECIE DE HECHIZO SOBRE DOS DE MIS EMPLEADOS PARA QUE LO DEJARAN ENTRAR. DIJO QUE ESTABAS SECUESTRADA".

Pasaron unos segundos antes de que llegara la respuesta.

"Y si lo estuve pero ya me rescato. Gracias por el dinero, pero..."

Y nuevamente aparecieron los puntos que indicaban que Zee seguía escribiendo el mensaje de texto. Quería decirle algo a Bruce.

"Para él estoy perdida. Para mis amigos estoy disponible. Siento lo de tu gente".

Batman: La Broma FinalWhere stories live. Discover now