XVII. Enemistades

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DAEMON SIGUIÓ A RHAENYRA, subió las escaleras tras ella, aullaba en voz alta. Por suerte Viserys no podía oirla ya que se retiró a sus aposentos con Alicent y los maestres.

Nyra se sostenía el vientre mientras lloraba aferrada a una silla entre los cojines de terciopelo. Ella gritó sobre cuanto odiaba a Visenya, a su padre, tíos y a los Hightower. Cuanto odiaba a Daemon por no hacer nada al respecto y quedarse allí parado como imbécil.

-Hum. -Le sonrió con sarcasmo creciente y se cruzó de brazos.

Él solo se encogió de hombros, Dae sabía que su castigo era justo, se comportó mal y tenía su merecido. Visenya merecía justicia y por fin la obtuvo. Enya fue vengada y nadie podía negarlo.

Aquel día se recordaría por siglos, incluso después del nacimiento de Rhaegar Targaryen, Daemon y Rhaenyra fueron desheredados y por primera vez se le vió sonreír al príncipe Aemond en público. Incluso Aegon El Mayor sonrió con ironía.

Dae decidió hacer lo más maduro en su haber, fue a una taberna a beber hasta emborracharse y perder la conciencia. Se dejó caer en la barra tomando una jarra de cerveza y el líquido amargo cayó por su garganta.

Sollozó al pensar en todo lo que perdió, en sus hijos para los cuales no era un buen ejemplo, sus esposas para las cuáles solo era un estorbo. Rhaenyra merecía a Harwin Strong a su lado y Visenya ameritaba ser feliz, fue una niña dulce y amorosa con él, luego una esposa fiel y devota.

Él lo echó todo a perder, ¿Acaso arruinaba todo lo que tocaba? ¿De verdad sería tan malo como Maegor El Cruel si era Rey? Nunca fue un gran príncipe, de joven se mezcló con ladrones, jugadores y prostitutas sí pero después de casarse todo mejoro, incluso olvidó a Mysaria, Vys y Margaery le dieron un motivo para ser mejor, luego el insoportable Aerion y el dulce Aegon llegaron y su familia parecía completa, perfecta...

¿Servía de algo lamentarse ya? Pues no. Se llenó de nuevo el tarro de cerveza y se dijo que haría hasta lo imposible para que cuando Viserys I muriera ser nombrado mano de su primogénito. Eso lo mantendría cerca de sus hijos y lograría cuidarlos.




VYS BESÓ A BAELA DE LA EMOCIÓN, con un ademán guío a ella, a su tía Rhaenys y a sus hermanos varones a una habitación vacía. Pero antes se regresó, dejándolos instalados cómodamente para ir en busca de su madre.

Le abrazó con fuerza y empezó a darle vueltas por los aires. Su madre se echó a reír, cantarina. Orgullosa de su cachorro mayor. A sus espaldas, Aemond y el resto de los verdes observaba con extrañeza la escena.

Creían más bien que el progenitor favorito de Vys era Daemon, no tenían idea que Vys era más astuto de lo que parecía. El primogénito del Príncipe Canalla tomó las manos de su madre e hizo un ademán para apartarla de los Verdes.

-Ae, vengo en un instante. -Presionó una caricia en el rostro de su esposo y se dirigió al jardín que planto con Daemon hace ya tantos años. Seguía siendo su sitio favorito sin importar qué hubiese pasado entre ellos.

Seguía reluciendo con vitalidad, lleno de flores y arbustos. Decidió quedarse de pie y dar un paseo.

-¡Justicia, mamá! ¡Hoy fuiste vengada! ¡El tío Viserys se lució! Padre tuvo su merecido castigo al igual que la tía Rhaenyra.

-Te dije que si esperamos tendríamos uns gran venganza, sé que consideras que aún no está completa y es cierto. Esto es solo una parte, Daemon ya perdió lo que más amaba: El Trono de hierro. Además le pedirás a Elric Stark ser tu mano, eso le enfurecerá.

-¿Elric Stark?

-Creí que podríamos necesitar espadas para defender tu reclamo y el de Margaery así que como no sabía exactamente qué planeaba madre pedí ayuda a los Stark y a los Tully, vienen en barcos. Deberían llegar a más tardar mañana. Ahora le debo yo, más bien, algún reparó por los achaques de tu tío y hermana. Lo de mano sería perfecto...

La otra Targaryen | Daemon Targaryen & Aemond TargaryenWhere stories live. Discover now