XV. Y él será nuestro rey

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BAELOR LLEVABA LOS LIBROS ENTRE SUS BRAZOS, era una gran pila, ser Criston Cole llevaba la otra mitad.

-Sereis una buena mano, mi príncipe. -El caballero blanco sonrió al niño que consideraba su nieto, el hijo de su hijo postizo, Aemond-. Tenéis una gran capacidad de memorizar toda la información que hay en estos volúmenes, los Siete Reinos se honran por vos.

-Los Siete Reinos se honran por mis hermanos mayores, por Vys y por Aegon El Menor. Él será nuestro rey y Egg será su mano. -Baelor se encogió de hombros y le sonrió con suavidad:-. Yo los ayudaré si puedo pero...

-Escuchadme, mi príncipe. Solo debéis servir a la casa Targaryen-Hightower. -Criston Cole dejó las pilas de libros que llevaban a un lado y tomó a Baelor por el rostro, apretando los cachetes, obligandolo a que lo viera bien. Baelor se asustó ante el gesto-. Sois el hijo del príncipe Aemond Targaryen, nieto de Alicent Hightower, y nieto de lord mano Otto Hightower. No servís al enemigo.

-Mis hermanos no son mis enemigos. -Baelor repitió sabiamente lo que su madre les había dicho miles de veces-. Mis enemigos son la Princesa Rhaenyra y sus aliados. Aquellos que quieren dañar a mi familia.

-Teneis razón, príncipe. La princesa Rhaenyra es nuestra única y gran enemiga. -Criston dejó al niño y en una mano tomó la pila de libros mientras que con la otra lo llevaba de la mano como miles de veces había llevado a Aemond.

Pasaron junto a uno de los jardines, en el borde de un estanque Rhaegar tocaba su arpa de plata, a la que debía el apodo Príncipe de Plata, eso y claro, su ropa blanca con un pocos rastros de verde oscuro en algun broche en forma de dragón o en brocados en las mangas de sus camisas.

A su lado Margaery sollozaba, era algo común, la música de Rhaegar hacia llorar a quién la escuchará a pesar de que era hermosa. Ella se enjuago las lágrimas antes de ver a su otro hermano y levantarse para saludarlo.

-¿A dónde van? -Le sonrió con suavidad, se interesaba en sus hermanos a diferencia de Vys.

-Al patio de entrenamiento, todos nos reunimos antes de cenar para acompañar a Ophelia y Maegor en sus entrenamientos. También a papá.

-¿Puedo ir con ustedes? -Aragery al igual que a sus otros hermanos no les incomodaba la presencia de los cachorros menores, sin embargo ella hacía más que tolerarlos.

Baelor miró a ser Criston y él al ver que no tenía excusas asintió. Rhaegar y Margaery se le sumaron. La Targaryen Tyrell se centró en Jacaerys que hablaba con Luke, ella se acercó al par de Strongs y susurró palabras de consuelo ya que los nobles los juzgaban con la mirada preguntándose por su paternidad.

La repentina alegría que desapareció la melancolía entre los recuerdos se esfumo, ya los huecos en la pared o las espadas usadas en los entrenamientos no eran tan importantes. No importaba si Luke casi se decapitaba de no ser por Vys o cualquier juego con la espada que hiciera Jacaerys.

Baelor sintió piedad de sus primos ya que debía ser horrible que hablaran de ti a tus espaldas todo el tiempo. Y lamentablemente era todo culpa de su abuela, Alicent Hightower, el veneno de la reina verde se esparcía con facilidad.

La reina jamás los había tratado de una forma que no fuera dulce y cariñosa pero Baelor sabía que la furia de su abuela era de temer, no por nada era la hija de Otto Hightower. De hecho, Baelor; El Dragón Blanco, aprendía de este, muchas cosas... Cómo gobernar, como debía hablar y comportarse, la forma de sentarse. Otto quería que él le sucediera como cabeza de los Verdes.

Mientras los gemelos caballeros de la guardia real practicaban. Pero el combate que llamo la atención rápidamente fue el de ser Criston Cole y su padre, el príncipe Aemond.

La otra Targaryen | Daemon Targaryen & Aemond TargaryenWhere stories live. Discover now