Crossover entre Supergirl y el UCM (Universo Cinematográfico de Marvel)
Cuando Kriptón murió, sus restos cayeron sobre Daxam ocasionando la destrucción del planeta.
Dos naves lograron salir ese día antes de que todo fuera destruido. En una nave sali...
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Una gota en el oceano Un cambio en el clima Estaba rezando para que tú y yo pudiéramos terminar juntos Es como desear que llueva mientras estás en el desierto Pero te tengo más cerca que la mayoría Porque tú eres mi cielo
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Narra Lena
—¿Qué te parece Irlanda?
—¿Por qué Irlanda?
—Parece un sitio agradable y tranquilo, hay una biblioteca que parece sacada de las películas de Harry Potter, ¿no te gusta?
—Escoge lo que más te guste, mi amor
—Pero quiero saber si a ti te gusta o no.
Reí por su tono molesto y apreté su cuerpo al mío ligeramente.
Mis manos rodeando su cintura y las suyas acariciando las mías, las dos mirando la puesta del sol tras el horizonte. Las nubes tiñéndose de un color violeta con pinceladas anaranjadas y amarillas, creando así colores cálidos con el azul del cielo y transmitiendo sosiego a cualquiera persona que viera este atardecer.
Dani y yo teníamos la fascinación por querer buscar siempre el mejor lugar para ver el atardecer sin importar donde estuviéramos, solíamos hacerlo diariamente que se había vuelto un hábito, un momento al final de la jornada donde compartimos lo que hicimos durante el día o solo nos mantenemos en silencio disfrutando nuestra compañía.
—Si, amor, me agrada la idea—le di un beso en la mejilla.—Si te soy sincera, no me importa a donde viajemos, solo quiero estar siempre así contigo.—susurré en su oído y me miró sobre su hombro para besar mis labios.
—Eso sonó extremadamente cursi, que mimosa eres, Lena Luthor
Le hice cosquillas y me pidió detenerme, al no hacerlo se puso de pie, ya que el más mínimo contacto en el abdomen le provocaba risas. Incluso, en la cama tenía que abrazar su cintura porque si subía mis manos a su abdomen le daba un ataque de risa.
—Era una broma
—Me ofendí
—Perdóneme, su divinidad—hizo una torpe reverencia, pero pisó mal y tropezó rodando colina abajo sobre el césped. Solo la escuché gritar y quejarse cuando se detuvo. No era muy alto, así que solo cayó unos metros alejados.
—¡¿Estás bien?!—levantó su pulgar y después dejó caer su mano dramáticamente.
Reí cuando se puso de pie y vi sus pantalones cubiertos de restos de césped.
—No te rías
—Perdón—volví a reír y tomé el cuello de su camisa para acercarla y darle un beso.
—Quiero hacerlo otra vez—murmuró y se separó para tomar la manta donde anteriormente estábamos sentadas. La colocó en el lugar donde tropezó y se sentó pidiéndome que me pusiera entre sus piernas.
—Estás loca si crees que lo haré
—Vamos Lena, será divertido—me extendió su mano y negué.—Por favor
—No
—Gruñona—susurró a propósito para que la pudiera oír.
—¿Disculpa?
—Solo una vez—pidió haciendo un tierno puchero al cual no pude resistirme.
—Soy novia de una niña
Ella sonrió feliz y me extendió de nuevo su mano, la tomé acomodándome entre sus piernas.
—¿Por qué dejo que me convenzas de hacer cosas como estas?
—Porque me amas mucho
Verdad no le faltaba. Dani era capaz de hacerme cometer toda clase de locuras. Es tan espontánea que es imposible tener un momento de aburrimiento con ella. En un instante podíamos estar tomando café y al otro besándonos bajo la lluvia porque lo vio en una serie y quería saber si era igual de especial como lo mostraban.
Nunca pude negarme a alguna de sus múltiples locuras. Al principio era muy tímida con todo, pero fue cuestión de tiempo para tenernos plena confianza como pareja y hacer cosas que nunca creí haber hecho.
Ella me inyectaba adrenalina, pero también era mi lugar seguro en cualquier momento. Era mi paz, mi esperanza, mi cariño y mi amor. Sus brazos siempre me brindaron protección, al menos así lo sentía cada vez que me abrazaba. Cada vez que me besaba podía borrar los problemas y el estrés de un día malo.
Tomó impulso y empezamos a descender por la mini colina, de nuevo sentí esa adrenalina recorrer mi cuerpo. Al llegar al final caímos fuera de la manta y rodamos hasta que ella terminó encima de mi.
—Te seré sincera, todo fue un plan para terminar así contigo—dijo mirando nuestra posición.
—¿Enserio?
—No, solo fui favorecida por las circunstancias—murmuró sonriendo.
—Te amo, mi loca—sonreí junto con ella y nos besamos.
Dios... como la extraño.
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Me pregunto cómo te mantienes caliente Es demasiado tarde para llorar, demasiado roto para seguir adelante Todavía no puedo dejarte ir La mayoría de las noches casi no duermo Una gota en el oceano Un cambio en el clima Estaba rezando para que tú y yo pudiéramos terminar juntos Es como desear que llueva mientras estás en el desierto
