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-¡Maldito mocoso, vuelve aquí!
-¡Un ladrón, no dejen que escape!
En una isla invernal, cercana al Reino de Drum, un joven azabache era perseguido por dos mercaderes. Corrióhasta una colina, pero fue atrapado.
-¡¿A dónde crees que vas?!
-¡Gusano escurridizo! -Comenzaron a patearlo, pero este no soltaba el saco de avena-
-¡Suéltalo!
-¡No!
-¡Te dije que lo sueltes! -Pateó su rostro con fuerzaprovocando un quejido por parte del joven, estesoltó el saco y cubrió su rostro con dolor- Imbécil.
-Que vergüenza, ¿acaso tus padres no te enseñan modales? -Dicho esto ambos se fueron-
Minutos después, el joven se levantó, caminódébilmentehasta una cueva cercana, encendió una fogata. La luz del fuego dejó ver como habían varias cosas dentro, ese era su hogar. Sintió el delicioso aroma de pastelillos reciénhorneados, al voltear vio una canasta llena de estos y con una nota que decía: "Que los disfrutes, pequeño".
Comió sin dudarlo, guardó algunos para los próximosdías. Luego pensó en lo que dijo aquel hombre. "¿Acaso tus padres no te enseñan modales?". Se levantó y caminóhasta una maleta, sacó lo que parecía ser un álbum, tomó una imagen y la vio con una mirada triste.
-Mis padres no me pueden enseñar modales, porque no tengo... -Dejó caer la imagen y comenzó a llorar de manera desgarradora, en la imagen se podían ver a un marine y a una joven que parecía ser pirata, ambos sostenían un hermoso bebé de cabello azabache y ojos verdes- ¿He sido alguien malo, por qué me pasa esto? No quiero, me niego a seguir viviendo de esta manera -Se recostó en el suelo y se cubrió con una manta, lloró hasta quedar dormido-
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