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-¡No te perdonaré está broma! -Ace se abalanzó contra Dogra- No puedo creer que juegues de esa manera Mai -Dijo decepcionado-
-¡¿Por qué jugaría con algo así, Ace?! ¡¿POR QUÉ?! -Gritó exaltada mientras lloraba-
-¡No estoy mintiendo! Fue tan rápido que fue como un sueño, no podía creer lo que estaba viendo.
-¡Cállate, Sabo regresó con su familia noble! ¡No es posible que haya zarpado!
-¡Es verdad, Sabo está en su casa!
-¡Nosotros lo vimos todo, entiendo como se sienten! -Se defendió Dogra- ¡Pero el no regreso a su casa!
-Dime, Ace... -La atención de todos fue hacía Mai- Si de verdad era feliz, ¿por qué zarpó al mar? Te dije que tenía un mal presentimiento.
-¡Silencio, Mai!
-¡Ella dice la verdad! -Dogra empujó al pecoso- ¡Si de verdad era feliz, no hubiera salido al mar con una bandera pirata! -Gritó derramando lágrimas-
Todos estaban atónitos, Ace estaba temblando, Mai cubrió su rostro con sus manos mientras lloraba. El silencio inundó la habitación.
-Sabo... ¡no era feliz! -Dijo Luffy mientras comenzaba a llorar, lentamente se acercó a Mai, la castaña lo abrazó y lloraron juntos-
-Ace colocó sus manos sobre su cabeza, y jaló con fuerza su cabello de la frustración- ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué no lo trajimos de regreso?!
-¡¿Dónde está el tipo que mató a Sabo?! ¡Lo mataré!
-¡No puedes matar a un Tenryubbito!
Ace empujó a Dogra y corrió hacía la puerta con su tubo, estaba por salir cuando Dadan lo tomó y lo estrelló contra el suelo.
-¡¿Cómo puedes estar tan confiado cuando no tienes suficiente fuerza?! ¡¿Qué puedes hacer tu?! ¡Solo morirás! ¡El asesino de Sabo es este país, es el mundo entero! -Dadan lo sacudía con fuerza- ¡Tu padre cambió esta era con su muerte! ¡Cuando te conviertas en un hombre como él, entonces podrás morir o hacer lo que quieras! -Dadan respiraba agitada- ¡Aten a este idiota!
-¡Si, jefa! -Tomaron al pecoso y lo ataron fuertemente en un árbol, fuera de la cabaña-
-¡¡SABO!!
Luffy lloraba desconsoladamente, su llanto se escuchaba hasta afuera.
-¡Cállate Luffy! ¡Deja de llorar como una niña! -Gritaba Ace desde afuera-
Mai llevó a Luffy a la habitación, lo recostó y lo arropó. Luffy siguió llorando mientras intentaba dormir. Mai tomó una cobija y salió afuera.
-No quiero que me arropes, déjame solo.
-¿Quién dice que es para ti? -Se sentó al pie del árbol y se cubrió con la cobija-
