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Era una tormenta fuerte, los pequeñosseguían en el mismo lugar, solo que ahora los cuatro estaban acurrucados para estar calientes. Es inevitable sentir sueño en un clima tan placentero ¿no? Dadan fingía no estar preocupada, pero en realidad lo estaba, estuvo varios minutos fuera de casa con una sombrilla esperando a que ellos volvieran, pero no lo hicieron.
Horas más tarde ese mismo día, el día nuevamente estaba soleado. El melodioso sonido de los animales silvestres inundaban el bosque, Sabo se levantó al notar quehabíadejado de llover, salió y su mirada se centró en un gigantescoárbol, una sonrisa se extendió por su rostro al haber tenido una divertida idea.
-¡Ace! ¡Sabo! -Gritaba Magra en el bosque-
-¡Luffy! ¡Mai! -Lo acompañó Dogra-
En otro lado del bosque, estaban los cuatro niños.
-Miren esto.
-¿Qué es eso?
-Los planos de nuestra nueva base -Respondió sonriente- No podemos estar durmiendo siempre en el suelo. Así que vamos a hacer una base secreta aquí mismo.
-¿Una base secreta? -Luffy estaba sorprendido-
-Sabo, me dio gripe -Se quejó la castaña-
-Oh, puedes limpiarte con esto -Le extendió un pañuelo que sacó de su bolsillo-
-¡Gracias! No quiero estar llena de mocos, ugh -Respondió resoplando en el pañuelo-
-Ugh que asquerosa eres.
-¡Ay Ace! ¿Acaso a ti no te da gripe?
-Si me da, pero no a tal punto como a ti... Mocosa.
-Tu eres un asco, eres insoportable y feo.
-Exclamó la princesa.
-¡Ya verás! -Mai se acercó con el pañuelo sucio hacía el pecoso-
-¡Aleja esa cosa repugnante de mi! -Ace logróescaparse, Mai furiosa se fue a sentar debajo de un árbol. Minutos después el azabachevolvió riendo y se acercó a los dos chicos-
