capitulo 8

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—¿En horas de arte, también nos vamos a cambiar de asiento? —le pregunto a Emma.

—Según las chicas, la maestra dijo eso el viernes, en la hora de salida, el grupo tiene que estar sentados cerca —comenta Samuel.

—Por eso nosotros no sentamos delante y ustedes atrás —dice Emma.

Que raro, la profesora de arte, es la más estricta, nadie de los estudiantes le habla, a menos que sea realmente necesario.

Pero ¿Alguien habló con ella y le preguntó sobre si hay que cambiar asientos?

«se que el tema de la profesora de arte es importante, sin embargo no crees que alguien ha estado callado desde que inició esta plática»

Hay veces en que me preocupa de que en mis pensamientos hablo como si fuera otra persona.

Pero es cierto que Dylan ha estado callado.

Lo observo de reojo, me sorprende ver que mira fijamente a Samuel, quien está sonriendo ampliamente

«hay algo raro»

Mis sospechas se confirman, aproveché la hora libre, porque no vino la profe de arte, para preguntar a las chicas que dijeron los de los asientos y si ellas le habían preguntado a la maestra.

Dylan, Samuel y Emma habían ido a comprar algo.

La chica me respondió:

—No, nosotras no hablamos con ella de eso, fue Samuel, nosotras pasábamos por ahí y escuché a el preguntarle, la profesora dijo que talvez sería mejor.

—Gracias, chicas

Me fui a sentar en mi lugar.

Entonces, fue Samuel

Pero, ¿por qué?

Bueno, seguramente quería estar al lado de Emma, no habría ninguna otra razón.

Eso pasó a segundo plano cuando en la hora de receso, cada vez que yo y Dylan pasábamos se escuchaban murmullos de los otros estudiantes.

—Ugh, no disimulan, vamos a el patio trasero —masculla Dylan.

—¿Se enteraron? —escuché que decían una chica detrás nuestro— ellos dos...

No pude escuchar más, ya que bajó la voz.

—¿Quieres que averigüe qué pasa? —me pregunto Emma.

—No estaría mal saber, pero...

—Ya vuelvo, tengo un objetivo fácil —se alejó, hacia el bar.

—¿Objetivo fácil? —pregunté mirando a Samuel.

—Creo que se refiere a un chico de nuestra clase, al cual le prestó deberes, recuérdenme nunca prestarle deberes a Emma.

—Como si lo necesitaras —le dice dylan, golpeándole la cabeza

Suelto una risita.

—¡Ya lo sé! —grita Emma— hay un rumor, sobre ustedes.

—¿Rumor ? —pregunto.

—Sip, al parecer dicen que están empezando a salir, y por eso ahora se hablan y pasan más tiempo juntos.

—Pero si todos saben que nos tocó trabajar en dos proyectos juntos —les digo.

—Pero eso no les importa, solo buscan algo de que que hablar —dice Samuel.

— ¿Y por qué de ustedes dos no hay rumores? —le pregunta Dylan

—Porque a diferencia de ustedes, nosotros sí nos hablábamos.

—¿Qué van a hacer? —pregunta Samuel.

—No podemos hacer nada, solo buscan algo con lo que entretenerse —les digo—,  mañana se les olvidará, cuando les digan lo de la fiesta de navidad.

O eso crei.

Sí, se olvidaron solo un momento sobre el tal rumor, pero luego volvieron a recordarlo, por lo menos el jueves todos ellos estaban felices por las vacaciones que ni se molestaron en mirarnos.

Sin embargo, yo no estaba feliz.

Paola, llegará a casa, mañana temprano, según vendría hoy pero no se que pasó.

Y efectivamente llegó a casa a las 5 a.m.

Lo supe en el momento en que una almohada me golpeó la cara.

—Agh, ¿sabes?, mis días favoritos son cuando tu no estás —suelto un bostezo.

—Yo también te extrañé —me dice ignorando mi comentario— ¿y?

—¿Y que? —me siento en mi cama.

—¿Qué ha pasado con D?

—Si te refieres a Dylan, somos amigos - ella entrecierra los ojos.

—Emma me dijo que ella creia que algo está pasando entre ustedes.

—Claro que no, no soy tonta para... —me interrumpe.

—Ah, por Dios si se nota que estás tonta pero de amor —me dice.

—Baja la voz, mamá te va a escuchar — siseo.

—Aún están dormidos, entré con las llaves que me llevé —explico al ver que le iba a preguntar— en fin, como decía, estas enamorada y se nota.

—¿Tú qué sabes del amor?, si nunca te has enamorado.

—Touché, sí, tienes razón, pero he visto a tantas personas enamoradas.

—¿Por qué no te vuelves de esas personas que ayudan a las parejas ?, podrías dar tus " consejos "

—Claro que no, sería aburrido, no dan detalles exactos de por qué se separan y aunque los dieran serían las mismas historias —me dice.

—Y además no podrías especular sobre ellas —murmuro.

—Sí, también.

—Esther, tienes que... —escucho a mi madre entrar, se detiene al ver a paola.

—Hija. ¿cuándo llegaste?  —pregunta después de que casi la asfixia con un abrazo.

—Hace unos 10 minutos.

—Esther, tienes que ir a la fiesta de navidad, apúrate, vamos paola, te cocinaré tu comida favorita —ellas salen de mi cuarto.

"ventajas de que tus padres no te vean mucho"

Por lo menos yo no voy a cocinar hoy.

Tonterías de niños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora