capitulo 2

136 9 0
                                    

Nos miramos un tiempo, hasta que yo me volteo.

Pienso en cómo puedo salir de aquí sin que sea muy notorio que estoy huyendo.

—Esther —escuche que decía—, quier... no... necesitamos hablar.

Mi teléfono me salva de tener que contestarle.

—Hija, hoy llegaré un poco tarde a casa, tu mamá tuvo un problema en el camino y voy a ayudarla, nada grave, no te preocupes —escucho la voz de mi padre—. ¿Esther?

—Bien —dije en casi un susurro, no encuentro mis cuerdas vocales.

—Ten cuidado —colgó.

—Esther, se que lo que sucedió hace... —es interrumpido por el timbre, lo veo suspirar—, después hablamos, vamos a clase.

Sin decir una palabra, llegamos al aula.

Todos nos miran cuando entramos, pero las miradas de más curiosidad son las de Emma y Samuel.

Veo que Samuel le dice algo a dylan y el niega con la cabeza.

—¿Qué pasó? —pregunta Emma.

—Nada, solo nos encontramos camino acá.

Así pasaron las horas, entre miradas curiosas, no solo de Emma y Samuel sino de todo el salón.

¿Es evidente que algo pasó?

Cuando al fin acabaron las clases Emma se va hacia su casa, y la acompaña Samuel, con la excusa de "planear " como van a hacer el proyecto.

Yo camino hacia mí casa, recordando las palabras del profesor.

—Este es su examen, si no lo hacen reprobaran.

Aunque no quiera, tendré que hacer este proyecto, siempre fui una de las mejores estudiantes no voy a reprobar solo por una tontería que pasó una década atrás.

"Más fácil es decir que hacer "

Nunca me ha gustado la voz de mi conciencia.

" Bien, ¿ crees que es Facil, entonces porqué caminas tan rápido, desde el momento en que te diste cuenta que el te sigue ? "

Me detengo, es cierto, pero ya he llegado a mi casa, bueno, casi, antes de pensar que hacer, veo como dylan queda frente a mi.

Parece que ha salido corriendo.

—Necesitamos,... hablar —hace una pausa respirando.

—Bien —digo, aparentando calma y que no me afecta volver a hablar con el después de años.

—El proyecto es necesario hacerlo, los dos siempre hemos sido buenos estudiantes y no queremos reprobar, pero sobre lo que pasó hace...

—Dylan, vamos a enfocarnos en el proyecto, finjamos que somos compañeros que nunca antes se habían hablado y cuando terminemos el proyecto, seguiremos como siempre —él no dice nada ante mis palabras, no sé ni como pude hablar normalmente.

Pero suena su teléfono, y después de unos segundos me dice que se va y que el lunes nos ponemos de acuerdo en lo que vamos a hacer para el proyecto.

Suelto todo el aire de mis pulmones.

¿Por qué es tan difícil ?

Entro a mi casa y me tumbo en el sofá, enciendo la tele, y veo el canal donde trabaja mi hermana, está en otra ciudad, es un programa de chismes que justo esta acabando.

Después de unos minutos me decido y le marco.

—¿Cómo así? ¿recuperaste la memoria? ¿al fin te acuerdas de que tienes una hermana?  —escucho que dice.

—Paola, quisiera olvidar que tengo una hermana pero no puedo —digo, ya imagino su mueca.

Ahora me está haciendo una video llamada, contesto.

—Ahora, vuelve a decirme lo que me dijiste  —miro sus ojos oscuros, y su pelo pintado de azul.

—Ya me escuchaste —veo que le dice algo a sus compañeras del programa, y ellas se ríen asintiendo.

—Escúchame bien, sindromenia de Alejandría, soy la mejor hermana que has podido desear.

—Sí, claro, especialmente por ponerme ese apodo.

—Ay, vamos, seguro que todos los chicos se mueren por ti, por tus ojos —me dice.

—Como si eso me importara —murmuro.

—¿Te gusta alguien? —preguntó.

—¿Qué ?, no... claro que no.

—¿Entonces, porqué no te importa que todos los chicos se mueran por ti?, a mí me encantaría tener tus ojos, ¡son violetas! —me exclama obvia.

—No todo es el físico.

—Bueno, es verdad, por cierto, hablando de gustar, ¿qué pasó con tu compañero, el que antes era tu amigo? Dorian, dirian, algo así —ella es la única persona además de Emma que sabe sobre lo que pasó con Dylan y yo.

—Se llama Dylan, Pao, y es mi compañero en el proyecto final —murmuro.

—Ahhhh —suelta un grito, que casi me deja sorda —va a ver drama.

—¿Drama o chisme? —pregunto.

—Es lo mismo, me tienes que contar todo.

—Eres muy chismosa, ¿cuando vendrás?

—En unas dos semanas, para navidad, y necesito que me presentes a tu novio, mantenme informada.

—No es mi novio, y eres una chismosa, no puedo creer que hayas estudiado comunicación y trabajes en un programa de chismes.

—Oye, cerebrito, hablar sobre lo que les pasa a los otros es comunicación.

—Sí, claro, en especial si hay infieles, venganzas, peleas, drama, celos y etc. de por medio, ¿no?

—Exacto, chao hermanita, voy a salir. Diles a mis padres que iré pronto.

—¿Por qué no se lo dices tú ?

—Porque si los llamo no dejaran que cuelgue, mantenme informada.

—Chao, Paola —al final, no le dije lo que pensaba decirle.

Pero, ¿para qué?

Solo serán unos meses, después Dylan y yo, no nos volveremos a ver nunca más.



Tonterías de niños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora