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Ni siquiera han podido hacerle una herida grave, esto era irritante, aún faltaba mucho tiempo para que amanezca y el veneno circulaba en nuestros organismos, no tardaría ni cinco minutos para que sus células se desintegran y mueran.

Un pequeño felino apareció dando un gran salto, eran tan tierno y peludo, del arnés qué traía puesto, salieron disparados antídotos que contrarrestaron el veneno. Los Pilares podían seguir peleando ahora.

En cambio Muzan estaba realmente furioso, otra vez Tamayo se interpuso en su camino, aun estando muerta. Este empezó atacar haciendo cráteres en la tierra.

Iguro sentía como su cuerpo se rompía, le faltaba el oxígeno, casi se desplomaba en plena batalla, de repente un tentáculo salió en busca de matarlo. Sanemi al ver eso, sintió miedo, su cuerpo se movió solo y antes de que Muzan lo asesinara.

Con las fuerzas que tenía, cargó al pequeño azabache en su hombro, retrocediendo a una distancia segura, el Pilar de la serpiente salió del shock, aquella mirada fría, pero con un brillo de preocupación lo hizo temblar ¿Por qué salvaste a una basura incompetente como yo?

Dejo de pensar, nose podía dar el lujo de distraerse, Muzan de un momento a otro fue herido, sin embargo no había nadie tan cerca de él, era el grupo de Tanjiro, estos se habían camuflado con los pergaminos que les dio Yushiro.

Obanai cortó el brazo de Muzan con su katana, gracias a ellos, tomó mucho tiempo, pero su arma cambió a un tono carmesí, haciendo que la regeneración del demonio empiece a ralentizarse.

Los presentes al darse cuenta de eso, hicieron lo mismo, aumentando su poder ofensivo, poco a poco se le fue acabando la poca paciencia a Muzan.

De repente, él hizo varios movimientos rápidos, fue como si fuera un temblor que resonó por todo el lugar.

El peli blanco lanzó a todos a diferentes sitios, sus estados eran graves, la única que quedaba en frente de él, era Kanao, ella esquivo el ataque a tiempo, pero el shock hizo que cayera de rodillas, la muerte la miraba directamente como un ser insignificante.

Shinobu quedó atrapada bajo los escombros, sus ojos divagaron un rato hasta fijarse en aquella escena, un horrible escalofrío pasó por todo su cuerpo, ella paró de respirar por un minuto, debía de salir.

Comenzó a moverse bruscamente, los escombros rajaban su fina piel, causandole mucho daño, no tenía la fuerza suficiente para moverlo, estaba al límite, podía morir ahorita mismo, lo único que le quedaba era gritarle a Kanao qué corriera. Que inútil era.

Un fuego abrazado distrajo al peli blanco ¡Era Tanjiro! Este había salvado a la joven justo a tiempo, vio todo su al rededor, apretando más fuerte el agarre en su katana. Demasiada destrucción.

Sabía que no era tan talentoso como Yoriichi, pero haría todo lo que este en su alcance para detener a aquel monstruo.

No podía seguirle el ritmo, mis pulmones están colapsando, mi corazón va a explotar, sin embargo, debo seguir, aun cuando tenga todos mis huesos rotos y este al borde de la muerte, seguiré.

«¡Mierda! ¡¿Por qué no puedo matarlo?!....Espera....¡Me estoy volviendo lento! De seguro fue Tamayo....¡Le preguntaré a sus células que absorbi!», pensó el peli blanco desesperado ante está inquietante condición.

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«¿Si fuera un chico tu me amarías?» || [Shinomitsu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora