9: ʰᵉᵃᵈ ᵒᶠ ᵗʰʳᵉᵉ ᵈʳᵃᵍᵒⁿˢ

2.6K 309 29
                                    

☁️ ·̩͙✧C A P I T U L O  N U E V E

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

☁️ ·̩͙✧
C A P I T U L O N U E V E

DISCLAIMER
Aquí van a pasar unos
días antes de la muerte
de Viserys después de
que Rhaenyra partiera
a Rocadragón.


MEVANYA TOMÓ aire profundo antes de empujar la puerta hacia la habitación de su madre.

Todos los presentes se voltearon a verla, guardando inmediato silencio. En ese momento, estaba pensando en arrepentirse de su decisión.

—Mevanya —exclamó su madre con sorpresa, su hija jamás pisaba sus aposentos si no era por su decreto—. ¿Está todo bien, hija?

La platina miró a los acompañantes de la reina Alicent. Ser Criston Cole la miraba tan intensamente como siempre le había hecho retorcer. Aparto de inmediato la mirada y la volvió a su madre, quien aguardaba una respuesta.

—Sí, sí, todo está en orden, madre, es solo que...tenía que consultarte un par de cosas sobre...la boda.

El rostro de Alicent expresó sorpresa inmediatamente, tomándole unos segundos reaccionar y despachar a los presentes para quedarse a solas con su hija.

—Claro, querida. Ven, siéntate.

Mevanya avanzó con pasos inseguros hacia los asientos, tomando uno de estos y pasando sus manos por su vestido en esperanzas de secar el sudor frío que empapaba estas. Mientras, Alicent Hightower servía un poco de vino en dos copas, para entregarle una de estas a su hija antes de sentarse frente a ella.

—Dime, ¿qué es lo que te preocupa?

—Es...no es nada, la verdad, es solo que...

Mevanya no sabía cómo hablar con su madre, no quería portarse o verde grosera o indiferente como normalmente lo hacía, sabía que así no ganaría nada, pero su distante relación ahora no le permitía saber cómo pedirle un simple favor a su propia madre.

—Mevanya, puedes decirme lo que quieras, es tu boda, al fin y al cabo.

Cuando levanto la mirada y vio la pequeña sonrisa en el rostro de su madre, notó dos cosas:
1. Que ella tampoco sabía cómo exactamente actuar enfrente de su hija, su media sonrisa nerviosa demostraba inquietud, no sabía si esperar algo bueno o malo. No conocía a Mevanya, para nada, y tenerla ahí le causaba sorpresa.
2. Algo había cambiado desde la noche anterior. Su semblante, casi siempre fruncido, preocupado o estresado, mostraba una tranquilidad poco usual, como si un peso que había vivido tanto tiempo sobre sus hombros, ya no estuviera ahí.

Aquello le dio un poco de seguridad para hablar. Se irguió más alta, y tomó aire profundo antes de plantear sus deseos.

—Quiero un vestido morado, las joyas pueden ser verdes, o los zapatos, pero quiero que mi atuendo sea morado. Es algo ridículo, lo sé, perdón si...

𝐑𝐨𝐬𝐞 𝐓𝐡𝐨𝐫𝐧 ➵ jacaerys velaryon Where stories live. Discover now