ROSE THORN
ᴇᴠᴇɴ ᴛʜᴇ ᴍᴏꜱᴛ ʙᴇᴀᴜᴛɪꜰᴜʟ ʀᴏꜱᴇꜱ ᴀʀᴇ ꜰᴜʟʟ ᴏꜰ ᴛʜᴏʀɴꜱ
ꕥ
✦ ╮ todos la subestimaron, la creyeron solo una cara bonita, una tonta princesa. nunca se dieron cuenta que era un dragón, una rosa llena de espinas.
pero cuando los dragones dancen y el...
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☁️ ·̩͙✧ C A P Í T U L O U N O
CUANDO MEVANYA era una niña, le encantaba leer sobre la historia de la conquista. Específicamente; sobre Rhaenys Targaryen.
Su ancestra había sido durante mucho tiempo su modelo a seguir. Rhaenys había volado a Meraxes en batalla y ayudó a su hermano y esposo Aegon a conquistar los 7 reinos. Al mismo tiempo que era una mujer justa, amable, cariñosa y gentil, siempre alegre, mejorando y cuidando a todas las personas de los Siete Reinos.
Pero a medida que fue creciendo fue creyendo menos y menos en los modelos a seguir. Su padre por un instante de su vida fue uno de ellos, aquel rey que vio tan justo, reinando en tiempos de paz, pero luego aprendió que su padre no era más que un rey cobarde, y que en realidad, la falsa paz que le brindaba al pueblo era una nada más que una ilusión barata para camuflar la falta de acción contra las verdaderas desgracias que sufría el reino. Su madre, una mujer que parecía tan astuta, agraciada, hermosa y buena no era nada más que una manipuladora ambiciosa a la que no le interesaba en lo más mínimo su hija, solo ver a su hijo mayor, el peor y más despreciable de todos, en el trono.
Mevanya aprendió que en los modelos a seguir no se puede confiar, sino en ella, aprendió que debía confiar en ella, en su propia habilidad, en su propia astucia, en su propio poder. Lo que sí debía de decir, era que todas esas cosas las había aprendido gracias a las lecciones de Harwin Strong, y a los ocasionales y furtivos encuentros con su hermana Rhaenyra.
Mevanya nunca tuvo un padre o una madre a su lado, nunca realmente al menos, pero tuvo a Ser Harwin Strong, el único hombre que jamás creyó en ella y en lo que podía llegar a convertirse. Cuando este murió en aquel desafortunado accidente, Mevanya nunca volvió a ser la misma, le rompió el alma perder a la única persona que le había apoyado.
Aún así, siguió a delante, tal y como él lo hubiera deseado. Siguió adelante con su entrenamiento, esta vez por ella misma, enseñándose y aprendiendo de sus propios errores, debilidades y fortalezas, siguió adelante con ella misma, con su apariencia, su intelecto, su educación. La muerte de Ser Harwin Strong no solo le había traído dolor, sino un nuevo comienzo. Mevanya se convirtió en la célebre Princesa de Corazones, encantado con su hermosa y deslumbrante sonrisa, y sus encantadores y magnéticos ojos, a todos en el reino.
Sin embargo, nunca tuvo la atención de la única persona que deseó tener.
Jacaerys Velaryon jamás se había interesado en ella, el muchacho casi apenas le dirigía la mirada, ni que hablar de una palabra. Mevanya había estado encantada desde siempre con él, la gentileza con la que trataba a los demás, la manera tan leal y llena de sentimiento con el que sus ojos brillaban cada vez que veía a su madre o hermano. Jacaerys siempre se había preocupado por ser un buen hombre, por mostrar respeto, pero también, mientras crecía y aprendía más de su madre y su padrastro, mostraba autoridad y seguridad sin importar lo que nadie pensará, aún así, siempre trataría con gentileza a todos. A todos menos a ella.
