Despiadados #2

3

Una vez solos, David volteo a observar a Sheker y dijo;

—Un médico estará aquí...necesitas ser tratada.

La fémina de inmediato volteo a verlo y sus ojos se cristalizaron.

—Me prometiste que no me harán más daño....

David tomo su mano sobre la mesa y susurro con cariño.

—Nadie te hará daño mientras yo este a tu lado. Solo será por tu bien, para que te mejores y podamos obtener todo lo nuestro.

—¿Lo prometes?

—Lo hago, cariño.

Nuevamente la sala se lleno de silencio, mientras que David detallaba los pocos ingresos que estaban teniendo con las mulas.

—¿Por qué dices que soy la jefa? ¿Qué debo hacer para matarlo? —indago de golpe, tomando por sorpresa al hombre.

—Debes estar bien, Sheker; no te expondré a algo que no puedas manejar.

—Quiero hacerlo...el también mato a mi hijo.

David suspiro resignado, Sheker tenia una mente inestable, no podía diferenciar la realidad con sus imaginaciones que ella quería crear para escapar de todo el mal. No podía saber quien era el responsable de Serik.

—Hay muchos sacrificios que se deben hacer para llevar un clan, Sheker. Conocerás a gente peligrosa con la que deberás relacionarte...incluso seducir y mantener relaciones para lograrlo. ¿Estas dispuesta a todo eso por el clan?

—¿Qué puedo hacer si tengo poder?

—Mucho, querida. Mucho. Lograras pasar a historia como la única mujer en el mando. Todos harán lo que tu pidas, podremos demostrar ser los más fuertes y mantener una relación con el gobierno, eso nos dará mayor poder, nadie volverá a hacerte daño.

Nadie volverá a hacerte daño. Que palabras tan sabrosas de decir, no quería sufrir más, si el poder le daría todo lo que ella deseaba, entonces cruzaría fuego, quemaría su alma por llegar a lo que busca; Paz.

Pero, sobre todo, no sería la frágil mujer, haría pagar a Azat por la muerte de Serik.

—Quiero que Azat muera...el mato a mi hijo.

—No es bueno que pienses en venganza. Las cosas no podrían ser como la vez.

—Solo veo dolor...mi dolor y eso a nadie le importo, ¿Por qué debería importarme ahora?

David sabia que el odio retenido en la fémina lo podría ayudar, sin embargo; no podían hacer nada en contra de Azat si este tenia a Lilibeth. La niña era hija de ambos clanes, Sheker estaba en la ignorancia ante el hecho de que una vez estuvo embarazada por segunda vez. La ayuda de un profesional podría ayudarla a recordar lo que tanto su mente trato de olvidar, si ella recordaba a Lilibeth, la paz la tendría, pero ¿Cómo podía decírselo? Eso la enloquecería aun mas y su mente quedaría en un trance, la confundiría hasta volverla loca.

Después de una hora, un medico piso suelo de la mansión, mientras Sheker tenia su sección, el grupo de hombres se junto en la sala y observaron las imágenes llegadas de Kazajistán.

—Esto se esta complicando —alego Erkin, con el ceño fruncido, tirando un documento y tomando otro —. El se esta adueñando de todo, si dejamos que esto suceda, muy pronto tomara el control absoluto de Kazajistán.

—¿Y que se supone que haremos? No contamos con muchos recursos para volver —intervino otro.

—Hay que mantener la calma —dijo David, observando una fotografía de Azat con la niña y otra persona—. Contamos con un arma que lo destruirá por completo...siempre se dijo que el fue sumiso de su amor y destructor con todos por ella. Sheker será una pieza importante para nuestro regreso.

—Está loca—repitió Erkin.

—No lo está —afirmo el mayor—. Su mente esta en un trance que le hizo borrar todos los malos recuerdos, no recuerda a su hija; cree que Azat mato a su hijo primogénito.

—¿Y eso es bueno?

—Lo es. Debemos entrenarla, es una mujer bella, no la pondremos en peligro, pero le daremos la capacidad absoluta para que pueda enfrentar todo. Y tu —señalo a Erkin —, estarás siempre con ella. Cuidaras sus pasos.

—¿Acaso me pagaras mas por ser su niñero?

—No. Pero eres bueno y rápido. Ella necesita alguien así a su lado. Si queremos regresar por nuestro dinero y sobre todo por lo que mas nos importa; nuestra familia, esa necesario poner la esperanza en ella. Tu hermana te necesita, Erkin.

Este quedo en silencio, si estaba allí era por ella. Azat se había encargado de querer destruir y desaparecer al clan por completo, su familia había sido testigo de la masacre, sin embargo, tenia a alguien vivo y que lo esperaba, y era su hermana.

—Lo hare. —Afirmo con decisión, observando la fotografía de Azat.