Revelación

21 2 0
                                    

Amity V:

No había tenido oportunidad de hablar con Lilith o Sunset cuando regresaron, todo dentro del señorial palacio empezó a ajetrearse y nadie se detenía ni parecían tener intenciones de descansar. Había olvidado donde dejó el traductor así que solo escuchaba a los arbisanos comandar órdenes sin tener la menor idea de lo que decían.

Cuando la noche cayó y conforme fue avanzando las cosas siguieron igual. Las puertas se cerraron y guardias tomaron posición a lo largo de diferentes puntos del palacio. Trabajadores y sirvientes iban y venían e incluso afuera en las calles notaba movimiento mientras un vocero pregonaba lo que asumía eran órdenes por un altavoz, tanto en las calles y avenidas cercanas así como en las zonas más alejadas de la ciudad.

Lo que hubiera pasado cuando salieron no fue bien y lo más seguro es que el conflicto ahora era inevitable. Lo sabía, lo sentía en su ser. Hace un par de semanas le hubiera gustado escabullirse entre líneas enemigas, golpear un par de guardias y atravesar el portal que la llevaría a casa pero ahora le parecía muy poco prudente y temía lo que iba a pasar.

A Catra no le gustaba hablar sobre lo que le había pasado cuando estuvo en servicio para Leraos. Solo lo redujo a cañonazos, lodo y sangre; que no había miramientos. Eso fue una franja de tierra sin dueño, esta es una urbe llena de personas y familias. Intentaba hacerse una idea de como sería pero simplemente no podía, solo podía imaginar que eso podría pasar en las Islas.

Eso la enojaba y la hacía sentirse inútil. Todo el tiempo desde que la capturaron había sido una mer espectadora incapaz de hacer nada y menos ahora. Solo podía ver todo seguir su curso desde aquel balcón.

— Ya he visto esto muchas veces antes —, la voz de una mujer la toma desprevenida, — No sé si es peor escuchar las armas siendo preparadas para derramar sangre o el silencio que precede a la batalla.

— ¿Quién es usted? ¿De dónde salió? —. Que una mujer alta, pálida, de cabellos rojos y un vestido blanco hablando en su idioma no era algo para tomarse a la ligera.

— Soy amiga de Vernis. Él y yo nos conocemos desde hace tiempo, fue muy difícil entrar aquí con todo el ajetreo y pasearme por los pasillos no es muy brillante —, responde la mujer sonriéndole cálidamente, — Lamento haberte asustado. Me llamo Baruch y necesito hablar con Vernis, está abajo en una sala con Rethor y tus amigas.

— Si ya sabe donde está ¿para qué me necesita? ¿Y cómo logró entrar? —. Pregunta Amity dando un paso hacia atrás, lista para conjurar algún hechizo.

— No es que necesite algo de ti, lo único que necesito es que escuches lo que tengo que decir, al igual que tus amigas. Ya no tenemos tiempo para más secretos —. Afirma Baruch mientras se acerca a la joven bruja.

— Y aún así me habla con enigmas —. Baruch sonríe y se agacha para estar a su altura.

— Vamos —, la toma del brazo con gentileza, — Te conviene, a ti y a tu mundo.

Sin dejarla responder la jala, siente una ligera brisa en el rostro y cuando se da cuenta está frente a una puerta de madera custodiada por un par de guardias que se asombran al verlas. Baruch alza su mano y la puerta se con un azote y todos dentro se sobresaltan, los guardias disparan y Amity no pudo completar un círculo de hechizos cuando la balas se deshacen en el aire antes de estar siquiera a un metro de ellas.

— ¿Baruch? —. Se asombra Vernis.

— ¿La conoces? —. Pregunta Sunset.

— Fue ella la que me mostró la verdad sobre Leraos —, aclara el quoran, — ¿Dónde has estado?

— Me gustaría contarte muchas cosas, Kel Vernis, pero ahora hay asuntos que nos apremian más —. El semblante de la mujer cambió de repente.

— ¿Podrían dejarnos solos, por favor? —. Pide Vernis, Rethor se gira hacia uno de sus consejeros y después de intercambiar un par de palabras todo el consejo de arbisanos se retira junto con Sunset, Catra y Lilith.

El bastión de los universos Vol. 2Where stories live. Discover now