(14) ¿Castiel me creerá?

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No me di cuenta cuando ya me encontraba corriendo a toda velocidad en dirección a la casa de Castiel, no estaba muy segura que casa era, pero si sabia el sector donde se encontraba. Nathaniel me seguía el paso, y luego fue él mismo quien me señalo la casa en donde vivía. Se veía que era una casa pequeña, aunque mucho más grande que mi piso en la fraternidad, tenía un jardín delantero  y un perro en la entrada, el cual comenzó a ladrarme al verme.

-Luna, ¿qué le dirás?- preguntó Nathaniel aún agitado por haber corrido casi 7 cuadras junto a mí.

-Le diré lo que sé, no puedo guardarme esto, no podemos hacerle este daño- le dije

-Es posible que no te crea nada, Debrah es muy manipuladora, ten cuidado Luna- dijo

-¿No vienes conmigo?- pregunté

-Será mejor si no voy, o creerá que estoy tras esto, ya sabes que no nos llevamos bien.- yo asentí

-Oh, ahí viene- dije mientras se abría la puerta y Nath se escondía.

-¿Luna? ¿Pero qué haces aquí?- me dijo Castiel muy sorprendido, llevaba una camiseta negra y unos jeans

-Necesito hablar contigo, es algo urgente, he venido corriendo desde la fraternidad- le dije, él con una seña me hizo pasar, yo entre muy tímida, me senté junto a él en su sofá.

-Habla... - me dijo con su tono de voz distante, el cual estaba usando mucho últimamente, no solo conmigo, si no que con el mundo entero

-Castiel, no te molestes conmigo, pero por una casualidad de la vida... encontré un documento, es de Debrah, y dice que está enferma.- le dije bastante nerviosa

-¿Segura que fue casualidad? ¿o estabas metiendo tus narices donde no te importa?- parecía algo molesto

-Castiel, eso no importa realmente, he venido a decirte algo que se relaciona a todo esto

-¡Que!, ¿acaso vas a solucionar su problema?, ya debes saber que es más grave de lo normal- hablaba con una voz molesta y dura, pero sentía que era su manera de no quebrarse y llorar

-No es eso, bueno, en un inicio si, pero ya no. Ahhhh!!! Disculpa, pero es muy difícil decirte esto, pero Debrah... puede que te esté engañando con todo esto- Castiel me lanzó una mirada de los 1000 demonios

-¡¿Que estas tratando de decirme?!, ¿acaso crees que ella inventaría esta historia?, estás loca Luna, tus celos han llegado lejos

-De que celos me hablas, te lo digo en serio, la acabo de ver haciendo ejercicio en el gimnasio, parecía muy enérgica y motivada- le dije con rabia en mis palabras

- Luna... quiero que te vayas de aquí... y no quiero volver a verte en mi casa. – Me lo dijo con una voz muy serena, supuse que era la peor señal de todas, me sentí muy avergonzada, me hizo sentir como si yo fuese una gran mentirosa y envidiosa, caminé lentamente a la salida.

-No te quiero ver jamás así como estas, ella te hace daño.- Le dije sollozando, mientras él me observaba de reojo.

Salí de su casa, él enseguida cerró la puerta, y comencé a llorar. Nathaniel se me acercó y me abrasó, no era necesario decirle lo que sucedió, el ya lo sabía. Lentamente y sin decir nada nos dirigimos de vuelta a la fraternidad.


~~Castiel~~


¿Qué demonios ha sido todo eso? Me encontraba confundido, muy molesto, bueno... últimamente he estado molesto con el mundo entero, el problema de Debrah no me hacia feliz por varios motivos, le tenía cariño, no la quería ver muerta. Pero a la vez me ata a estar con ella, debo ser yo quien la acompañe en esto y además tengo que ser lo más amable posible  con ella, o su maldita enfermedad podría hacerle daño con el solo hecho de alterarse.  No lo pensé demasiado y la llamé, era imposible que se encontrara en el gimnasio como dijo Luna.

Castiel, Mi rebelde Corazón de MelónTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang