Tengo Que Salvar Este Mundo (Kenichi, Komi-san, My Dress-up Darling, Etc)

Cinco personas identicas y una madre moribunda

Para Arthur no era la primera vez visitando el hospital, por eso Shadow ya se había aprendido los caminos como la palma, espera Shadow no tiene manos, bueno se entiende.

Arthur estaba parado en frente de una habitación de hospital más grande que los demás, los alrededores también era más lujoso que las normales.

Sabia que en estas piso de hospital solo se internaba a gente con dinero, al principio no le interesaba las personas de este lugar.

Después de todo en este lugar solo habría gente millonaria que ya lo tiene todo en la vida.

Pero al ir conociendo mejor el carácter de las personas se dio cuenta que el dinero no define la personalidad de los individuos.

Al trascurso de su vida a conociendo personas con menos dinero que son orribles como personas y otras que aunque tengan dinero son más que buenas personas.

Y este era el caso de la señora M, así le puso de cariño Arthur a la paciente que esta internado en esta habitación.

Dejo de perder el tiempo, se acercó a la puerta, con curiosidad vio que la puerta estaba entre abierta, sin toamrle mucha importancia y justo cuando iba a tomar la manija.

¡¡BAM!!

Una joven de cabello lardo con un sujetador de cabello en forma de mariposa, que adornaban su cabeza, había pateado la puerta.

[Yotsuba ya cállate, no me interesa el hombre que visita a mamá]

[Bueno pero no te enojes]

Dijo una chica alegre de cabello corto del mismo y una cinta de cabello que parecían orejas de conejo.

[Ya ambas dejen de pelear, mejor vámonos rápido estamos tarde para la escuela]

Decía una chica de cabello largo con un broche de estrella, un tanto enojada.

Mientras las tres seguían peleando dos chicas, una de cabello aún más corto que las demás y otra con audífonos en su cuello que sostenía su cabello suelto, ignoraban la escena y caminaban pasando de largo.

Todas tenían una similitud casi perfecta un cuerpo muy buen desarrollado como para tener 15 años, una estatura promedio y todas tener el mismo color de pelo, un roza rojizo.

Cada una, con una belleza particular, la cual no perdería con las hermosura de las flores y el brillo de la luna.

Lentamente la figura de las 5 se fueron alejando sin darse cuenta de una persona detrás de la muerta que se sostenía la nariz por el impacto de la puerta.

[Wow el golpe me dejó medio tonto, ya que vi...... doble.... triple..... o ¿como se dice cuando vez a cinco personas idénticas?]

Balbucea Arthur minetras seguía rascándose la nariz y sin querer se le salían unas lágrimas.

(Esto es la culpa por lo que pasó ayer, mis sentidos todavía están en desorden) pensó Arthur recordando el Volund de la anterior noche.

Suspiro, ellas ni siquiera supieron de su existencia solo se marcharon sin más, le quito importancia, como la puerta estaba abierta aprovecho para entara sin hacer ruido, de tal modo que el está acostumbrado a hacer.

En una habitación grande blanca, sentada en una cama de hospital había una señora de unos 30 años, mietras veía por la ventana, con la esperanza de ver partir a sus queridos hijas.

La mujer aunque un poco pálida y algo demacrado, no podía ocultar su belleza con su cabello rojo largo, unos ojos grandes y su rostro con rasgos tan finos como una pintura.

Muchas cables estana conectada a ella, algunos monitorean su sludo y otros tubos le daban una esperanza de seguir viva.

Una máscara de oxígeno le permitía respirar con normalidad pero a la vez era lento y constante.

Arthur se hacerco silencioso, y con los dos dedos picó sus costilla mientras reía.

[Hola señorita R jajaja]

El sonido más la riza y el piquete de costillas provocaron un sobresalto en Rena Nakano.

[Arthur te e dicho que dejes de hacer eso, algún rato me matas de un infarto]

Aunque sus palabras fueron duras la sonrisa que le mostró a su pequeña amigo no lo disimulo su alegría al verlo.

Pero su mirada se puso un poco curiosa al ver la nariz de Arthur.

[¿Que te paso en la nariz?]

[A si, recuerdas a la chica que casi parte la puerta con una patada]

Rena solo asintió.

[UFF~, Pues yo estaba detrás de la puerta]

Al escuchar las palabras de Arthur ella solo sonrió con pena.

[Entonses me tendré que disculparme ya que esa chica es mi hija]

[Emm, si si veo el parecido, ya veo dedonde saco lo hermoso]

Decía Arthur acercando la cara muy serca de la de Rena.

Aunque tengan más de 30 años y su cuerpo era delgado y algo demacrado ella era muy hermosa.

[Parece que el pequeño Arthur está interesado en una de mi hijas o ¿tal vez en mi?]

Para la sorpresa de Arthur la sonrisa amable de Rena se había vuelto más grande.

Arthur al verla contenta pensó en seguir el juego a ver asta donde llega.

[Si estoy interesado]

Tomo la mano de Rena y la entrelazo con las suyas, para la sorpresa se Arthur, la cara pálida de Rena se había sonrojado.

[Arthur yo soy una mujer casada y con hijas, pero si eres tu podría hacer una excepción]

Con la otra mano libre, toma la mejilla de Arthur y empezó a acercarlo hacia sus labios.

Mietras más se hacercaba, los pensamientos de Arthur se altern.

(Mierda me pase, ahora que ago si la rechazo sería malo, pero si la acepto sería peor) pensó mientras seguía hscercandose.

[Por favor se gentil]

Dijo Arthur cerrando los ojos, dejándose llevar por el hermoso rostro de la Rena.

Únos minutos pasaron en los cuales Arthur no sintió nada, con curiosidad abrió los ojos.

Para sonrojarse asta el punto de echar vapor de se cabeza.

[¡POO-OOT!]

Ella no se pudo contener la risa al ver la expresión avergonzada de su joven amigo.

La primera vez que se conocieron ella fue fría y ceria como la mayoría de su vida tubo que ser, para defender a su numerosa familia.

Pero Arthur tenía un no se que, el cual logró ganarse su confianza y solo en frente de el actuar como fue en su juventud.

[Pero si enserió quieres conocer a mis hijas, que tal si después que me den de alta preparo una cena para todos]

Dio una idea para intentar cambiar la vergonzosa escena.

En el fondo agradeció que Rena cambie de tema, pero un incógnita grande apareció en la cabeza de Arthur.

[¿Hijas?]

[Si, no las viste son mis preciosas y amadas quintillizas]

La expresión de Arthur cambió de una desconcertada a una asombrada al procesar la información.

[Sinceramente, mil respetos, me impresiona, aveces escuchaba de gemelos, muy pocas veces de trillizos, pero casi nunca de quintillizos]

[Gracias por tus cumplidos Arthur, pero no me contestaste quieres conocer a mis hijas]

Arthur estaba a punto de aceptar, más de todo por la curiosidad, sin embargo, recordó el propósito de su última visita.

[Gracias pero no, lo siento pero esta visita es la última que la visitaré]

La sonrisa alegre de Rena desapareció al instante.