Tengo Que Salvar Este Mundo (Kenichi, Komi-san, My Dress-up Darling, Etc)

Shouko Komi enojada

En una calle desolada, esta caminando un joven de pelo negro no muy destacable.

Arthur estaba cansado ya que después de explicar lo que había pasado el maestro Ma entendió, pero intento tomar una foto a la maestra Shigure dormida, lo que Arthur no lo permitió.

Corrió el doble que todas las mañanas y con el triple de peso, en el menor tiempo posible, el maestro Ma ya no tenia tanto miedo de excederse con sus entrenamiento, solo tenía que dejarlo con un soplo de vida y se recuperaría.

Ese fue su pensamiento al ya saber en secreto, de Arthur.

Arthur sabia que desde ahora sus entrenamiento subieron a otro nivel, pero el no se rendiría.

Mientras veía como el sol brillaba, el viento soplaba y los pájaros contaban, una sonrisa apareció en sus labios.

Caminaba solo a la academia, ya que Miu tenia que supervisar el avance del entrenamiento de Kenichi.

De cierta forma estaba bien, ya que Kenichi desde ahora sería su menor en el aprendizaje de las artes marciales, pero un poco de celos aparecia de vez en cuando al ver a Miu con Kenichi.

Al ver que la academia estaba cerca, sacó de su mochila un par de gafas negras grandes, las cueles no le dificultaban la vista más bien diría que dificultaban la vista de los que intentan ver los ojos de Arthur.

Este era una prueba para ver si esto podría detener el enamoramiento masivo de Arthur.

Está idea salió del maestro Ma, al escuchar a detalle la historia de sus, bueno sin más términos, encuentros amorosas.

Sin pensarlo mucho se los puso, al ver su reflejo en una ventana de una tienda, suspiro al darse cuenta que las gafas reducían significativamente su presencia.

Tenía un poco de miedo de que si su presencia se reducía más, podría desaparecer.

No perder más el tiempo y llegó a la academia, puso sus zapatos en el armario de zapatos,o como lo llamen, y tomó rumbo a su salón.

Mientras caminaba con cuidado de no perderse sintió una mirada en su espalda.

Al regresar su mirada vio unas ojos negros grandes y brillantes, los cuales lo observaban con entusiasmo.

Arthur no tardó en identificar a la dueña de tan hermoso ojos, no era más ni menos que la hermosa Diosa de la academia, Arthur quería preguntarle como le fue ayer.

Pero se dio cuenta que no sabia como comunicarse con ella, el no podía leer mente y no podía ocupar el método del anterior día en público.

Aprovecha que estaban en el pasillo para dar un pequeño vistazo a sus alrededores, y pudo ver un lugar que le podría servir.

Con un movimiento de la cabeza, Arthur señaló a la chica de pelo negro que lo siga.

Mientras caminaba por los pasillos de la academia, paso por muchos grupos de amigos y todos lo ignoraban, lentamente se daba cuenta que para la mayoría de las personas era invisible, pero al comparar se a la belleza que caminaba silenciosamente detrás de el, la cual llamaba mucho la atención.

Se dió cuenta lo suertudo que fue al conocerla.

Ocupo esa invisibilidad para abrir la puerta de un cuarto pequeña, el cual se ocupaba para almacenar herramientas de aseo y de gimnasia.

Shouko Komi estaba más que contenta, después de todo solo el día de ayer había conseguido su tercer amigo.

Con esa alegría llego a la escuela, mietras caminaba por los pasillos vio una espalda muy conocida.