6 meses después

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Pasaron 6 meses, 6 meses en donde la la palabra tortura suena muy leve comparado a lo que pase.

El sobre tenía mucho dinero, lo cual decía que era mi inscripción del dojo.

Los primeros días fueron relativamente tranquilos.

Aprendiendo Japonés, literatura, escritura, muy por la mañana.

Y por la tarde seguía Jujitsu, por la noche tenía que cocinar para todos los de dojo y limpiar toda la casa, que no era muy pequeña que digamos.

Todo iba bien ya empezaba, poco a poco prendiendo el idioma.

Pues si, aunque el idioma fuese difícil de aprender el maestro que me enseñaba era más que bueno.

También podría decirse que, en ese dojo no existía el Internet y mi teléfono no tenía juegos por eso me consentre al 100% al estudio.

Asta que conocí a los otro tres maestros del dojo.

《Dios de la muerte del Muay Thai》 (Apachai Hopachai)

《El mejor maestro en las artes marciales chinas》
(Kensei Ma)

《El Karateka del centesimo Dan》
(Shio Sakaki)

Cada uno experto en lo que sus títulos decían.

Y si así se presentaron con sus títulos y todos.

Me informaron que había más maestros pero ellos estan de viaje y solo quedaban ellos.

Al principio solo se interesaron en mi por que no tenían nada que hacer y querían perder un poco el tiempo.

Con eso el poco tiempo libre que me sobraba se perdió, todos los días.

En la mañana y la noche todo era entrenar, cocinar, limpiar el dojo y estudiar.

Cada uno tenía su forma de tortura, digo entrenarme, específica de su arte.

Todos los días terminaba destrozado en mi cuarto a duras penas respiraba.

Si no fuese por mi habilidad de curación ya hubiese muerto.

Pues si descubrí que no solo sana y mejora, también te devuelve todo tu estado físico.

Siempre, cuando veía la luz al fondo de un pasillo lo utilizaba, así recuperándome al 100%.

Según mis maestros era un talento raro para las artes marciales.

Pensé que esto podría ser uno de mis talentos innatos y no pensaba desperdiciarlo, por eso era que no me rendia.

Por más doloroso que fuese el entrenamiento.

Otro de mis talentos innatos que descubrí, fue un día normal.

Eso paso un día que estaba limpiando el dojo después de un día de pura tortura.

Encontré una habitación llena de armas de todas las formas y colores.

Con curiosidad empezó a ojear cada uno de las armas, llamándome la atención la sección de katanas.

Sin pensarlo mucho tome una katana por curiosidad y fue como si todo mi alrededor desaparecióra, me sentía conforme, en un mundo distinto.

Todo ese mundo donde solo había dos personas, desapareció cuando tomé la katana con las dos manos.

Al darme cuenta de ello volví a tomarla solo con una sola mano y esa sensación volvió.

Con más curiosidad aun, tome otra catana con la mano vacía y la sensación aumento.

En ese estado de contemplación y buscando la manera de ampliar más esa sensación, una imagen se me vino a la cabeza.

Tengo Que Salvar Este Mundo (Kenichi, Komi-san, My Dress-up Darling, Etc)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن