𝐄𝐕𝐀𝐍𝐄𝐒𝐂𝐄𝐍𝐓 Ada Swan siempre ha estado enamorada de Jacob Black. Desde que era una niña, cuando la ayudó a curarse una rodilla raspada y le sonrió, diciéndole que siempre estaría ahí para ayudarla cuando se cayera. Pero el problema fue cua...
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La Esperanza no se marchita, no se cansa, también como no sucumbe a la Creencia, se van los sueños en las alas de la Incredulidad, vuelven los sueños en las alas de la Esperanza.
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Estaban los siete vampiros y el humano adicional, todos con ropa deportiva y caras serias, pareciendo estar esperándonos demasiado tiempo.
— Bienvenidos— El primero en hablar es Carlisle, tomando la delantera de su familia. Su tono era amistoso y cordial, como siempre. —Jasper tiene experiencia con los neófitos y nos enseñará.
¡Enseñar! ¡Como si no supiéramos matar vampiros! Paul se burló, gruñendo.
Deja de ser un idiota. Volteo los ojos, dando un paso adelante y estando al lado de Sam. Hay una gran diferencia entre los neófitos y esos viejos vampiros.
¿Y cómo lo sabes? pregunta Seth, curioso.
Basta con ver lo preocupados que están. Los neófitos son más poderosos que ellos. Solo hay que observar su comportamiento, están nerviosos y tienen miedo.
Ada tiene razón. Sam asiente, y mira a Edward, esperando que el lector de mentes traduzca nuestros pensamientos. ¿Cuál es la diferencia entre ustedes y ellos?
—¿En qué son diferentes los recién creados de nosotros? — Edward hace la pregunta.
Carlisle lo mira rápidamente, asintiendo.
— Son mucho más fuertes que nosotros, porque la sangre humana aún fluye en su cuerpo. Nuestra raza nunca es tan fuerte físicamente como en los primeros meses de vida— Explica. Acercandose a su hijo, Carlisle deja que Jasper tome la palabra.
— Carlisle tiene razón, por eso fueron creados. Un ejército de estos no necesita miles como los humanos, un ejército humano no puede contra ellos—Jasper pone las manos hacia atrás, su postura siempre erguida y altiva me hace pensar en él como un soldado o algo así. — Las dos cosas más importantes a recordar, primero: si ponen sus brazos alrededor de ustedes, serán aplastados. Segunda: Nunca deben irse a matar de inmediato. Ellos esperan eso y ustedes perderán. ¡Emmett! — Llamó a su hermano, dándonos la espalda.
Qué hombre más serio. Si pudiera, sonreiría de lado al ver a Jasper alejarse. La sanguijuela era encantador. No era mi tipo, por supuesto, pero no podía negar que tenía su encanto.
¿Estar muerto es su encanto? dice Embry, riendo. Gruño para él.
Qué asco, Ada. Casi vomito aquí. Quil habló, imaginándose vomitando.
¡Jacob se pondrá celoso! Jared habla, riendo juntos, haciendo así el trío de tontos.
¡Callense! Jacob manda y yo afirmo, concordando con él.
