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- Aquí es.
- No recuerdo este piso de la academia - hablé mientras alumbraba el gran pasillo oscuro con mi linterna.
- Es raro, venías seguido acá arriba con Cinco - dijo Diego.
- ¿En serio?
- Si, cuando tenían 9 o 10 años creo - reiteró Klaus.
Me quedé callada y ningún recuerdo vino a mi mente.
- Tranquila, pronto nos recordarás por completo - Diego tomó levemente mi mano y el tacto se sintió incómodo y reconfortante a la vez.
- Andando.
Caminamos a pasos lentos por el pasillo, había varias pinturas colgadas en la pared, las lámparas viejas y llenas de polvo colgaban del techo sin servir.
Había una gran ventana hasta el final del pasillo donde la poca luz de la Luna pasaba por esta.
- Es la siguiente puerta - comentó Klaus.
Diego y yo lo seguimos detrás.
Cuando llegamos a la puerta, esta se veía diferente a las otras, pues esta no tenía ningún rasguño o polvo por la superficie. Parecía nueva, cómo si apenas la hubieran colocado.
Diego abrió lentamente la puerta y los tres sonreímos victoriosos al darnos cuenta que la puerta no estaba cerrada con llave. Tal vez papá están seguro que ninguno de los chicos vendría aquí y no era necesario poner cerrojo.
Yo fuí la primera en pasar, con la linterna alumbré el interior y el escritorio con varios cajones fueron lo primero en captar mi atención.
La luz en la estancia de hizo más grande y no era necesario usar la linterna.
- Si hay luz - mencionó Klaus, cerca del interruptor.
- ¿Por qué papá escondería el archivo de Dalia aquí? - preguntó Diego, mirando todo.
- No lo sé, pero algo oculta el viejo - solté.
- O Dalia - agregó Klaus.
- Busquen ese archivo - ordenó Diego -. Este lugar me causa escalofríos.
- ¿Tienes miedo, Dieguito? - se burló mi hermanito con voz chistosa.
- No - contestó Diego no muy seguro.
- Yo creo que sí - dije siguiendo el juego de Klaus.
- Pues están equivocados - se defendió Diego.
- Tienes miedo, se ser lo contrario hubieras accedido a venir tú sólo a buscar el archivo de Dalia - Klaus recalcó.
- Querían dejarme sólo en esto.
- Dejen de pelear. Busquen el archivo y vámonos - solté.
Ellos se miraron y después se alejaron para empezar a husmear entre los cajones. Yo comencé con el escritorio, revolví y leí varios papeles y no había nada, solo negocios.
Pasaron varios minutos sin resultados hasta que Diego me miró y solo negó con la cabeza.
- No hay nada - exclamó Klaus.
- Tiene que estar aquí.
- TN, ya buscamos y no encontramos nada.
«Donde solíamos esconder los juguetes de Klaus»
Las palabras de Cinco vinieron a mi mente y con ellas un recuerdo.
—No, aquí es mejor—Cinco me arrebató el juguete.
Se hincó en el piso y levantó una pequeña tapa que estaba en la superficie, la abrió y daba a un pequeño lugar, lo suficientemente pequeño para esconder el juguete.
—Aquí no lo va a encontrar—dijo sonriente y colocó el juguete dentro del agujero. Después lo cerró y se puso de pie.
—Klaus va a llorar cuando no lo encuentre—dije mientras reía.
—Ese es el punto—soltó Cinco.
Parpadee varias veces hasta salir de mi estupor, busqué entre en piso la pequeña puerta y había un parte en el piso diferente.
- Ya se dónde está.
Me miraron con el ceño fruncido y me acerqué a ese lugar en especial, me arrodillé y con mis manos levante la pequeña tapa. Y una caja captó mi vista.
La tomé entre mis manos y la saqué de ese lugar. Me puse de pie y caminé hasta el escritorio, la coloqué encima y la abrí lentamente.
Había una carpeta con varios papeles más.
Bingo.
«Número Nueve»
- ¿Cómo sabías que estaba ahí? - Diego preguntó sin poder creerlo.
- Un pequeño recuerdo vino a mi mente - mencioné -. Ahí solíamos esconder tus juguetes, Klaus - dije mirando a mi hermanito.
- ¡Por eso nunca los encontré! - chilló.
Ignoré sus palabras y me concentré en la carpeta. La abrí y lo primero que me recibió fue una fotografía de Dalia, después una fotografía de ella y otras personas.
Leí cada palabra hasta llegar a dónde quería.
«Tres habilidades: Control de la electricidad. Dos aún son desconocidas»
- ¿Tres? - cuestionó Klaus.
- Cómo les dije, con la electricidad no borras memorias - musité -. Dalia tiene dos poderes más.
- Y ni papá sabe cuales son.
- Estamos seguros que uno tiene que ver con la mente - aseguró Diego.
- ¿Y el tercero?
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Con amor, Esme
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Memories
FanfictionY después de mucho tiempo mi mente pudo estar bien porque lo tenía a él. Entre mis recuerdos, siendo dueño de cada uno. «...» Otra historia de la famosa serie The umbrella academy. Espero que esta también sea de su agrado. Con amor, Esme. Inici...