11. Habilidades

446 68 6
                                    

<TN>

- Aquí es.

- No recuerdo este piso de la academia - hablé mientras alumbraba el gran pasillo oscuro con mi linterna.

- Es raro, venías seguido acá arriba con Cinco - dijo Diego.

- ¿En serio?

- Si, cuando tenían 9 o 10 años creo - reiteró Klaus.

Me quedé callada y ningún recuerdo vino a mi mente.

- Tranquila, pronto nos recordarás por completo - Diego tomó levemente mi mano y el tacto se sintió incómodo y reconfortante a la vez.

- Andando.

Caminamos a pasos lentos por el pasillo, había varias pinturas colgadas en la pared, las lámparas viejas y llenas de polvo colgaban del techo sin servir.

Había una gran ventana hasta el final del pasillo donde la poca luz de la Luna pasaba por esta.

- Es la siguiente puerta - comentó Klaus.

Diego y yo lo seguimos detrás.

Cuando llegamos a la puerta, esta se veía diferente a las otras, pues esta no tenía ningún rasguño o polvo por la superficie. Parecía nueva, cómo si apenas la hubieran colocado.

Diego abrió lentamente la puerta y los tres sonreímos victoriosos al darnos cuenta que la puerta no estaba cerrada con llave. Tal vez papá están seguro que ninguno de los chicos vendría aquí y no era necesario poner cerrojo.

Yo fuí la primera en pasar, con la linterna alumbré el interior y el escritorio con varios cajones fueron lo primero en captar mi atención.

La luz en la estancia de hizo más grande y no era necesario usar la linterna.

- Si hay luz - mencionó Klaus, cerca del interruptor.

- ¿Por qué papá escondería el archivo de Dalia aquí? - preguntó Diego, mirando todo.

- No lo sé, pero algo oculta el viejo - solté.

- O Dalia - agregó Klaus.

- Busquen ese archivo - ordenó Diego -. Este lugar me causa escalofríos.

- ¿Tienes miedo, Dieguito? - se burló mi hermanito con voz chistosa.

- No - contestó Diego no muy seguro.

- Yo creo que sí - dije siguiendo el juego de Klaus.

- Pues están equivocados - se defendió Diego.

- Tienes miedo, se ser lo contrario hubieras accedido a venir tú sólo a buscar el archivo de Dalia - Klaus recalcó.

- Querían dejarme sólo en esto.

- Dejen de pelear. Busquen el archivo y vámonos - solté.

Ellos se miraron y después se alejaron para empezar a husmear entre los cajones. Yo comencé con el escritorio, revolví y leí varios papeles y no había nada, solo negocios.

Pasaron varios minutos sin resultados hasta que Diego me miró y solo negó con la cabeza.

- No hay nada - exclamó Klaus.

- Tiene que estar aquí.

- TN, ya buscamos y no encontramos nada.

«Donde solíamos esconder los juguetes de Klaus»

Las palabras de Cinco vinieron a mi mente y con ellas un recuerdo.

—No, aquí es mejor—Cinco me arrebató el juguete.

Se hincó en el piso y levantó una pequeña tapa que estaba en la superficie, la abrió y daba a un pequeño lugar, lo suficientemente pequeño para esconder el juguete.

—Aquí no lo va a encontrar—dijo sonriente y colocó el juguete dentro del agujero. Después lo cerró y se puso de pie.

—Klaus va a llorar cuando no lo encuentre—dije mientras reía.

—Ese es el punto—soltó Cinco.

Parpadee varias veces hasta salir de mi estupor, busqué entre en piso la pequeña puerta y había un parte en el piso diferente.

- Ya se dónde está.

Me miraron con el ceño fruncido y me acerqué a ese lugar en especial, me arrodillé y con mis manos levante la pequeña tapa. Y una caja captó mi vista.

La tomé entre mis manos y la saqué de ese lugar. Me puse de pie y caminé hasta el escritorio, la coloqué encima y la abrí lentamente.

Había una carpeta con varios papeles más.

Bingo.

«Número Nueve»

- ¿Cómo sabías que estaba ahí? - Diego preguntó sin poder creerlo.

- Un pequeño recuerdo vino a mi mente - mencioné -. Ahí solíamos esconder tus juguetes, Klaus - dije mirando a mi hermanito.

- ¡Por eso nunca los encontré! - chilló.

Ignoré sus palabras y me concentré en la carpeta. La abrí y lo primero que me recibió fue una fotografía de Dalia, después una fotografía de ella y otras personas.

Leí cada palabra hasta llegar a dónde quería.

«Tres habilidades: Control de la electricidad. Dos aún son desconocidas»

- ¿Tres? - cuestionó Klaus.

- Cómo les dije, con la electricidad no borras memorias - musité -. Dalia tiene dos poderes más.

- Y ni papá sabe cuales son.

- Estamos seguros que uno tiene que ver con la mente - aseguró Diego.

- ¿Y el tercero?

¥

Dí presente si llegaste al final

¿Cómo les parecío?

No sé les olvide votar y comentar

Con amor, Esme

Memories Where stories live. Discover now