tu eres solo mía// frey Stein

𝐶apitulo 15

A la mañana siguiente desperté con Luka a un lado de mí, me abrazaba de la cintura, me levanté con cuidado sin despertarlo y casi caigo de culo cuando note la silueta negra en la esquina de mi cuarto, ahogó un grito y me tapo la boca para no despertar a Luka.

—¿Desde cuándo estás ahí?, Frey.

Me quite la mano de la boca para preguntar.

—¿Desde cuándo duermes con tu "amigo"?

Sonrió un poco de lado sarcástica.

—Eso no te incumbe, ahora largo de mi habitación, ¡Ya!

Intento no alzar mucho la voz, pero es inevitable. A veces me irrita.

—Responde, ¿Desde cuándo se duerme con los amigos?— me miró de arriba a abajo—. Y con esas fachas.

Me mire en el espejo.

—Pero, ¿qué tiene de malo mi pijama?

Bueno, talvez sea que el short de tela delgada de líneas rosas y blancas es demasiado corto y se me pega al cuerpo o que la parte de arriba no es más que un top del mismo estampado de líneas el cual hace que mis pechos se noten más.

Pero no por eso puede decir esas cosas, yo puedo ponerme lo que yo quiera, si yo me siento cómoda, me lo pongo. Tomo la bata blanca de pijama que estaba en la cama y me la pongo para cubrirme.

—¿Y todavía lo preguntas?

Camina hacia mi y yo por instinto doy unos pasos hacía tras pero me choco con la mesita de noche.

—Alejate de el, no lo quiero volver a ver contigo.

Dijo serio acercándose más a mí.

—No me importa lo que quieras, es alguien importante para mí y no lo voy a alejar porque a tí no te caiga bien.

—¿Y yo qué?, Dijiste que es tu amigo.

—Por eso, es mi amigo y no lo voy a alejar. —me cruzo de brazos y entrecierro un poco los ojos esperando su respuesta.

—Entonces no te importo, yo no te importo solo fuí diversión para que no te aburrieras hasta que tú noviecito llegará— me miró a los ojos.

Y después de decir eso salió como si nada, ni siquiera sabía cómo había entrado.

Y yo me quedé ahí, parada sin saber que hacer.

[...]

Papá ya había llegado estábamos desayunando todos en una cafetería del pueblo, papá se reía con luke de algún chiste que el dijo. Mi mirada seguía perdida en la ventana pensando en lo que pasó en la mañana.

—Y mi princesa, ¿Por qué no hablas? —preguntó papá.

Su pregunta me saco de mis pensamientos.

—Amm, solo no tengo mucho que decir —me excusé.

—Te noto más pensativa de lo normal. ¿Segura de qué estás bien?.

—Si, como dije no tengo mucho que decir.

Así siguió mi día, papá hablaba con mis amigos y yo bueno. Solo los observaba.

—Li, te noto rara, y soy tu mejor amiga, no me puedes mentír.

La miré, pero no respondí y solo seguí caminando.

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Holas, por no actualizar, se me había roto el teléfono.

Pero ya son vacaciones y talvez haga maratón.