|☾︎𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 13☽︎|

2.6K 167 16
                                    

Y ahí estaban.

Los hermanos stein.

Lucian tan hermosos y perfectos como siempre, los tres estaban parados en la puerta de mi casa.

Kaia llevaba puesto un vestido rojo muy lindo, tenía encaje en las mangas, era realmente lindo, le llegaba unos centímetros arriba de las rodillas, se veía bien. Cómo siempre.

Heist se veía tan bien con sus pantalón negros, su camiseta del mismos color se le pegaba a los músculos de los brazos y sus botas negras.

Frey stein.

Llevaba una gabardina negra, unas botas negras, un pantalón de un café oscuro y su camiseta negra. Está bien, lo admito, se veía muy bien, sus ojos indagaban el interior de mi casa, la cual estaba decorada para la fiesta, mis amigos ya estaban dentro, hablando entre ellos.

Los tres entraron.

—¡Chicos!—llame a mis amigos— les presento a los hermanos stein, kaia stein —la nombre y ella saludo con la mano con una sonrisa amable— Heist Stein— el sonrió egocéntricamente y guiño un ojo— y por último, Frey stein— el pelinegro no mostró ningúna reacción, solo los miro por unos segundos y después desvió la mirada hacia mi.

Tengo que decir que su mirada me pone muy nerviosa.

Parck le subió a la música y pude ver una mueca de disgusto en la cara de Frey, me volteo para ver a parck quien me sonríe y me jala hacia el.

—Te extrañe pequeña.

Parck ha sido mí mejor amigo desde el jardín de niños. Lo quiero con todo mi corazón, es sin duda mi persona favorita.

Bailamos una canción y cuando me doy vuelta para buscar a Frey el ya no está. ¿Dónde diablos se metió?, Kaia y Heist seguian en la fiesta, pero no había rastro de Frey, entonces recordé que el me había dicho que no le gustaban los ruidos fuertes. Talvez se había ido a su casa, o algo así.

Todo estaba yendo de maravilla, me encontraba subiendo las escaleras hacia mi cuarto para cambiarme los zapatos, estos tacones me estaban matando, al entrar a el cuarto casi grito por el susto, en mi cama estaba una figura negra, no podía distinguir quién era porque no había nada de luz, camine con cuidado a el interruptor de la luz y la prendí.

Vaya sorpresa que me llevé cuando ví quien era la figura negra en mi cama, solo era Frey, mi mirada viajo a su mano en la que estaban unas de mis bragas. Ese idiota, los ojos del chico estaban cerrados, como si durmiera.

Tome mis tenis blancos y me dispuse a salir de la habitación no sin antes quitarle las bragas de las manos y esconderlas, cuando estaba por salir la voz del pelinegro me hizo dar un salto.

—¿Ya te vas?

Me gire y lo miré.

—Mis invitados esperan.

—Yo también soy tu invitado.

—Pero tu eres uno y ellos son varios.

Antes que pudiera decir algo más  se levantó de la cama y tomo mi brazo para acercarme a el. Quedamos demasiado cerca para mí gustó.

—Quiero que te quedes.

Vale, creo que el que mis piernas estén casi templando me delata.

Justo cuando le iba a responder la voz de una de mis amigas sonó por el pasillo.

—¡Lili, llegó alguien más!—anuncio la voz de mi amiga.

¿Alguien más?, Estoy casi segura de que no invite a nadie más.

Me separo de frey y salgo de la habitación lo más rápido que puedo, camino escaleras abajo para ir a abrir la puerta.

Al abrirla me quedo por un momento paralizada al ver quién es la persona que está en la puerta de mi casa.

¿Que hace aquí?

tu eres solo mía// frey Stein Where stories live. Discover now