|☾︎𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 5☽︎|

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Laila

Desperté un poco alterada porque había tenido una pesadilla—de nuevo—puse una de mis manos sobre mi pecho intentando recuperar la respiración.

Recordé las palabras de mi psicólogo.

—Cuando tengas una pesadilla de nuevo, respira lento, una respiración a la vez, no te estreses, no intentes respirar rápido, eso solo hará que te cueste más respirar y después de una pestaña toma tus pastillas—recorde la voz de mi psicólogo.

Trate de respirar lento, cerré los ojos, inhale y exhale con calma, aunque estaba demasiado estresada, mis manos estaban temblando al igual que mis piernas, con una mano abrazo mis piernas y la otra seguia sosteniendo mi pecho, el cual subía y bajaba. Al cabo de unos minutos mi respiración volvió a la normalidad, abrí los ojos la habitación estaba a oscuras, apenas se podría ver por la luz nocturna que entraba desde la ventana.

Me levanté de la cama y me dirigí a el baño para echarme un poco de agua en la cara, llene mis manos con agua y las pase por mi cara, me seque con la toalla pequeña que estaba a un lado de el lavabo, me pase la mano por el pelo, salí del baño y volví a la cama para intentar dormir de nuevo. A el cabo de unos minutos me quedé dormida.

Me desperté en al mañana, el sol matutino ya entraba por la ventana, me levanté y baje las escaleras hacia la cocina, me sorprendió ver un plato con una tostada con mermelada y fruta.

—¿Te gusta?—una voz pregunto a mis espaldas.

Voltee y me encontré con un rubio recargado en el marco de la puerta de la cocina.

—¿Wow tu hiciste esto?—pregunte algo que en realidad era algo lógico, el rubio asintió con una sonrisa.

—Si, digamos que soy bueno en la cocina.

—Si que lo eres.

—Y también para otras cosas—me sonrió burlón.

Claro que entendí su comentario y mis mejillas se empezaron a tornar rosas en un pequeño sonrojo, voltee mi cara hacia otro lado intentando que no se diera cuenta de que estaba sonrojada, pero al parecer no funciono de mucho porque el se dió cuenta.

—Te pusiste nerviosa—exclamó con burla.

—Bueno si, ¿y?—respondí volteando hacia el.

—Pero que agresividad, mejor come.

Lo fulmine con la mirada antes de seguir comiendo, Heist se sentó a mi lado y por un momento sentí demasiado nerviosa, sentí que mis piernas empezaban a fallar, si no fuera porque estaba sentada hubiera caído de culo en el suelo. Le agradezco a dios no haber estado parada. Heist no se conformo con  solo sentarse a mi lado y observar, tomo mi mentón con cuidado haciendo que lo mirara, paso su dedo pulgar por el contorno de mi labio inferior, el contacto de su dedo en mi piel mando una corriente eléctrica por todo mi cuerpo, Heist acerco un poco más su cara a la mia, y justo cuando nuestros labios estaban por tocarse alguien tocó la puerta—mierda— maldigo mentalmente. Oigo a Heist maldecir en voz baja mientas camina hacia la puerta, al abrirla mis ojos se abrieron de la sorpresa y no por la persona si no en el estado en el que venía, su cabello negro estaba despeinado, sus nudillos sangraban al igual que el costado de su labio inferior.

—Mierda Frey, ¿que te paso?—heist hablo y camino hacia su hermano.

—¿Frey, estás bien?—camine hacia el.

—¿Was glaubst du was du tust, Heist?—dijo Frey.

Que mierda dijo?

Mi cabeza no entendía lo que decía.

—Ich habe nur kurz gespielt—le dijo Heist con una sonrisa burlona.

Fruncí el seño al ver que Heist no le importaba en el estado en el que venía su hermano, me acerque a Frey y le pedí que entrara a la casa pero el hizo todo lo contrario, tomo de el brazo a Heist y lo saco de la casa, yo los seguí afuera pero el rubio me hizo una seña para que entrara de nuevo a la casa, obviamente no le hize caso.

Frey empujo a Heist haciendo que el rubio callera a el suelo.

—Ey frey! ¿Que haces?—le grite desde la puerta de mi casa.

—No te metas—me amenazo frey.

—Tranquila linda, no pasa nada.

—halt deine Fresse—frey le gritó a Heist antes de darle una patada en el estómago.

—Frey ya basta! Para ya—le grite y lo empuje— ¿Que carajos te susede?.

Heist se levanto, se puso enfrente de mí.

—Ruhe jetzt, nichts passiert, atme, alles wird gut.—Heits camino hacia su hermano.

—Du bist ein dummer Überfall—dijo frey antes de irse a no sé dónde.

—Mierda Heist, ¿estás bien?—pase mi mano por la parte de su abdomen dónde le había pegado Frey—¿Te duele?.

—No, tranquila, estoy bien.

—Vamos adentro.

Lleve a Heist a adentro de la casa, busque el botiquín para curarlo, le pedí que se acostara en el sillón.

—levantate la playera—le pedí mirando a otro lado.

—Claro—me dijo en un tono burlón, aunque no lo estaba viendo estaba segura de que estaba sonriendo.

—Borra esa sonrisa de tu rostro—lo mire.

—Bueno, está bien.

Su abdomen tenía un moretón, su nariz estaba con sangre, aunque el moretón no estaba tan mal me preocupe igual.

[...]

Heist ya se había ido a su casa, papá ya había llegado, estábamos cenando papá había comprado comida china.

—¿Y como te fue?—pregunto papá mientras se metía algo de comida a la boca.

—Muy bien—respondí mirando mi comida.

—¿Como te la pasaste con los chicos?.

—Nos la pasamos bien.

—Bien.

La cena siguió muy tranquila, me acosté temprano porque mañana quiero hacer ejercicio por la mañana, hace mucho que no hago ejercicio, antes lo usaba para relajarme, pero abuse de el, me obsesione con el ejercicio, y un día me lastime la muñeca.

Papá como de costumbre se preocupo de más, no me dejó hacer nada por más de medio año, tampoco me dejó ir a la escuela, ¡y solo fue una muñeca rota!.

Papá siempre se preocupa demasiado. Me cuida de más.

        𝙉𝙊𝙏𝘼 𝘿𝙀 𝙇𝘼 𝘼𝙐𝙏𝙊𝙍𝘼

𝘏𝘰𝘭𝘢, 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘯?

𝘗𝘦𝘳𝘥𝘰𝘯 𝘱𝘰𝘳 𝘵𝘢𝘳𝘥𝘢𝘳 𝘥𝘦𝘮𝘢𝘤𝘪𝘢𝘥𝘰, 𝘺 𝘦𝘭 𝘤𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘯𝘰 𝘦𝘴 𝘮𝘶𝘺 𝘭𝘢𝘳𝘨𝘰 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘤𝘢𝘴𝘪 𝘯𝘰 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘪𝘥𝘦𝘢𝘴.

𝘦𝘯 𝘧𝘪𝘯, 𝘺𝘢 𝘤𝘦𝘯𝘢𝘳𝘰𝘯?

𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘦𝘯𝘢𝘳𝘰𝘯?

𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘱𝘶𝘣𝘭𝘪𝘤𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯: 9:29

tu eres solo mía// frey Stein Where stories live. Discover now