Un buen chico malo -Kookgi-

22. Hacer negocios [pt2].

Cuando menos lo esperes tu boca y mi boca se unirán... ¡bloquéalo!

Jungkook era el tipo de chico con el que soñabas una relación estable, con el que soñabas miles de besos desesperados y saqueos de ropa en una noche lujuriosa. Jeon jungkook era el tipo de joven que tenía muchos pretendientes pero ninguno llegaba a más.

El los llamaba "lista de opciones" porque a pesar de que había personas muy lindas que lo pretendían ninguno era prioridad.

Muchos inclusive llegaron a pensar que Manoban y el tenían algo que ver, pero después de tanto llegaron a la conclusión de que son solo mejores amigos.

Yoongi era un tema aparte, el jamás había sido si quiera parte de los rumores de Jungkook, ellos dos hasta el último año en donde actualmente cursaban ni siquiera se habían conocido.

Lo más sorprendente es que los dos se conocían más de lo que deberían y por ello mientras Yoongi tapaba sus ojos avergonzado en el baño, Jungkook sonreía egocéntrico.

Mal momento para entrar... supongo.

Yugyeom con las mejillas rosas se disculpaba mientras acomodaba su ropa y por el distinto Jungkook solo lo miraba alistarse con tal rapidez evitando aumentar el bochorno.

—¡Oh Yoongi! Tú pequeño no has visto nada, carajo... Y-Yoongi— yugyeom trataba de sonar decente—

Yoongi por su parte no podía quitarse de la imagen poco apta para menores que se había grabado en su mente, Jungkook empujando dentro de aquel chico.

Oh Dios mío... sus mejillas volvieron a estar inclusive más rojas.

—Yugyeom vete, yo hablaré con mi querido amiguito—

Santos cielos benditos, ¿esa era la voz de Jungkook? Yoongi no la recordaba tan gruesa, se veía agitado, era demasiado guapo. ¿Yoongi que te pasa? Mentalizaba el pálido mientras sus articulaciones se ponían más tiesas de lo que ya estaban.

El joven recogió su chaqueta y antes de irse jungkook lo estampó contra los azulejos para darle un beso algo desvergonzado.

Yoongi chilló por el impacto. ¡Eran unos sin vergüenzas!

—¿Me llamarás, cierto?— Jungkook simplemente asintió, sabiendo que probablemente más tarde olvidaría hasta su nombre—

Finalmente el chico salió por la puerta cerrándola, Jungkook estaba desaliñado mirándolo.

—Y-Yo no diré n-nada... — Yoongi rió incómodo— no pensé que f-fueran novios, les irá b-bien—

Jungkook lo interrumpió riendo.

—Oh nene, el y yo no somos novios—

Yoongi calló sus palabras de golpe.

—¿Pero...?—

—Son tentaciones del cuerpo Min, o me vas a decir que jamás has follado en los baños del colegio...— Yoongi simplemente si se podía estar más avergonzado no respondió— eres una cajita de pureza, tú de verdad necesitas salir—

Jungkook lo miraba atentamente y era exquisito ver como Yoongi intentaba ocultar su pena entre sus delgados brazos, cargaba una chamarra celeste mientras que sus ojos vidriosos le indicaba que Yoongi se sentía acorralado.

Poco a poco aprendía a leer al pequeño pálido.

—Tengo que irme— dio gracias al cielo por haber hablado sin tartamudear—

Estaba sudando y a la vez la presencia de Jungkook le hacía martillar con pequeños escalofríos el cuerpo.

—Tú eres un estúpido delirio Min, ¿has tenido pareja antes si quiera?—

Yoongi no podía pensar claramente, no cuando en menos de cinco segundos jungkook lo tenía acorralado de nueva cuenta en la puerta del baño.

Oh dios, sus dedos estaba helados.

Jungkook con una mirada depredadora avanzó hacia el joven, sus manos fueron a parar a las mejillas de Min, tocando la tierna carne debajo suya y como Yoongi chillaba gloriosamente al toque.

Yoongi tenía unas maneras de responder frente al mayor que enloquecían. De repente jungkook no se sintió divertido, no se sintió asqueado o alegre, la broma seguía como era debido.

Pero sin embargo jungkook no se sentía como debería.

—No hagamos las pases cariño, hagamos negocios... no quiero seguir peleando contigo— su pulgar recorrió los labios color salmón del contrario—

Yoongi ya no miraba, estaba esperando de Jungkook tal vez un golpe con los ojos cerrados, sus susurros le daban miedo.

Jungkook quería hacer algo que lo estaba haciendo remorder.

—Hagamos negocios Min... no más peleas.

Y Yoongi había aceptado, porque tenerlo de cerca le imposibilitaba respirar, se sentía asfixiado.

Jungkook lo soltó con sorna, mirándolo con maravilla eliminando todos sus pensamientos sobre la suavidad de Yoongi en cualquier aspecto, su plan había funcionado.

Min_aguacatito.