Un buen chico malo -Kookgi-

0.8 ¡Chiss!

Bloquéalo, apágalo.

Jungkook estaba molesto, en cada paso que daba Min Yoongi hacía presencia atormentándolo, hacía sombra en su espalda y seguido de molesto Jungkook empezaba a sentir miedo.

Los chicos malos no tienen permitido tener miedo, déjaselo al joven de buen corazón.

La maestra de teatro los había citado para entregar papeles de nueva orden, iba tan confiado por el papel de su tan querido "namjoon"  que ni siquiera su entrenamiento de fútbol importó.

Ni siquiera le gustaba el fútbol.

Pero cabe recalcar que llegaba tarde, ese era su día a día.

Iba tan confiado que todo su teatro cayó cuando vio al mismísimo niño de ojos celestes con un guion en su mano derecha, mientras que lisa saltaba y felicitaba.

A lo lejos alzando su mirada se topó con los ojos contrarios, estos delataban culpa y remordimiento, jungkook empezando una de muchas veces a futuro... entendió aquel mensaje silencioso.

Yoongi había llegado lo más rápido posible a las instalaciones del instituto, su padre lo iba atrás acompañando mientras que los dos corrían por todo el lugar.

Una bufanda de tocino hacía juego en el cuello de yoongi.

Llegando rápidamente a la sala, el joven a medio respirar sin siquiera estabilizarse bien fue apresado por la maestra. Todos los estudiantes lo miraban.

Lisa por un lado le hacía porras adorándolo, mientras que Jimin le esquivaba la mirada.

—¡Eres todo un chico malo, Yoongi! O mejor dicho... Kim Namjoon—

Coquetamente la maestra felicitó a yoongi, sin importar el castigo como si este hubiese desaparecido, inmediatamente el foco en la cabeza de todos se prendió.

Inclusive el de Yoongi.

—P-Pero yo no puedo—

—Si es por su castigo ya está arreglado, hablé con la directora y adivina Yoonie... tú serás ¡Kim Namjoon!—

Sin palabras había quedado, todos en la sala indiferentes felicitaban amargamente, Jimin había agarrado su mochila y sin esperar ni siquiera a su prima había salido.

Por otro lado lisa se acercaba a él.

—¿Kim Namjoon? Yo pensé que iba a escribir el guion... p-podría hacerlo—

—Oh, por eso no te preocupes cariño— nuevamente un empujón llegó a su espalda— Tu eres el chico malo que está obra necesita ¡suerte!—

Sin esperar más la maestra riendo en su propia burbuja de felicidad, se fue. Lisa llegó a su lado feliz, hoy en día todo mundo estaba feliz.

—YoonYoon~— murmurando delicadamente la joven se enganchó de uno de los brazos de Yoongi— ¡felicidades por tu papel!—

—Gracias— tímidamente agradeció, aún no se tragaba todo el chorizo de información pero intentaba procesarlo de poco en poco— ¿Y Jimin?—

—Uh... el tuvo que salir, tenemos una reunión familiar hoy tarde en la casa de mi tía, y ella lo llamó—

Sumiéndose en un completo silencio, a lisa su foquito personal de ideas le dio un chispazo, se prendió por arte de magia. ¡A Jimin le encantará!

—¿Quieres ir?—

A la nada saliendo de aquel sitio, su mirada se paró.

Jungkook llegaba con una chaqueta negra en sus hombros, las cadenas de sus pantalones caros lo hacía brillar, tanto así que si parabas bien la oreja escuchabas atentamente los suspiros que robaba.

Los ojos perla de Jungkook y los turquesa de yoongi hicieron ¡chiss!.

Pero no del bueno, no claro que no... hizo ¡chiss! como cuando le echas agua a un enchufe roto, ¿les ha pasado? No lo hagan en casa.

Yoongi era Namjoon ahora y tal vez, solo tal vez a Jungkook no le agradaría la noticia que pronto recibiría.

Min_aguacatito.