30. Refugio.

7 1 0
                                    

Ahí viene por mí,
como rumor de calamidad,
con sigilo de alas reptiles,
ferocidad a mitad de mis horas de silencio.

Temo por mi calma que se asfixia
entre estertores de voces de sirenas
y espejismos oscuros.
Quisiera sacarme los ojos
y ofrendarlos,
si eso me abonara una dosis de alivio.

Aún mi sombra parece tratar de herirme
y convertirme en la suya,
desarmado por demonios
de gemas en los ojos
que hacen festín con mis entrañas.

¿Quién descargó en mí su cólera?
¿De quién me granjee su sadismo?

Mis pasos sin piel intentan no colapsar
por el monolito de mis delirios.
Ya no sé si soy quien sigo creyendo que fui.
Ya no me atrevo a esconderme en mi interior expuesto...

Sin refugio,
ya no sé si llegaste
o yo me fuí.

CrisálidaWhere stories live. Discover now