Yo quería amarte por siempre
y ser el único hombre importante en tu vida,
hasta que la eternidad se me reveló
como un presente continuo
y descubrí la unicidad de cada partícula en el cosmos.Yo creí en la voracidad del que no hace,
lo hacen alimento
y trituré la armadura de más de uno;
hasta que sus restos infectos enfermaron mi alma
y no pude respirar.Quise ser expresión de perfección,
indulto del miedo,
resabio de apnea nocturna;
hasta que la irregularidad la concebí natural
y al error parte del juego.Rampó en mí el agobio por estirar mi polo,
negando la otra mitad;
hasta que vi universo
donde temía debilidad.Las sombras se vuelven vapor
cuando las sostengo con mi corazón de fuego.Les abro el arcón
y deposito mis más profundos vientos, dorados.Y corro ligero
y acojo el silencio.Mi mente se acalla,
murmuran los ecos de mis antiguos yo.
Me regalan la estela que se confecciona
del principio del tiempo y es circular.Serpiente sin dientes,
cola invertebrada.
Vine para regresar.
STAI LEGGENDO
Crisálida
PoesiaCompendio de poemas salidos de los desvaríos noctámbulos de una larva. Versos escurridos de apneas. Rompe la Crisálida y el relleno suave bulle en celulosa, donde los sueños son charcos de tinta, y sus líneas pretenden bocetar el universo, sus mied...