28. El Silencio.

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Hay un silencio que se teje de mis huesos,
que se ahonda
y ancla sus tentáculos murciélagos
en islas de tu espejo.

Crece.

Un hongo altanero y rabioso.
Letal nube de fragancias espejismo
y manantiales en los que ya sólo hay oquedad.
Silencio de olvidos archipiélago.
Huérfano de ecos y estática.

Ausencia.

El sentimiento de un recuerdo vacuo.
Carcome paciente,
sin espasmos ni vicios:
irreductible.

Soy silencio
y el mundo ya no suena,
se mece sin cadencia ni latido.
Es un solitario mineral que naufraga aislado
y sin rumbo.

Carente.

Caronte en Estigia,
con purgantes en cielos nocturnos...
y el mar.

CrisálidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora