♡MARIPOSSA♡

●16●

—

¿Teneis todo listó? ¿Estáis cómodos?

Jimin se giró a ver al omega de mechas, traía una caja de cartón en mano y una sonrisa de corazón en el rostro. Sintió cálido al verlo.

Era como un mini sol.

Caminó hacia donde ellos, pero iba directo hacia un armario, se iba a dar justo con la esquina del mueble, pero Yoongi puso su mano antes que pudiera golpearse, sorprendiendo al omega.

—Ten cuidado mi amor... —dijo susurrando le para después rodearlo con un brazo por la cintura.

—¡Oh! —levantó la mano hacia la que estaba en su frente y la agarró con cariño, mientras sonreía— Lo tendré, gracias Gigi.

La pareja se sonrió mutuamente para después darse un pequeño besó. Uno que no duró mucho, pero significaba tanto.

Un pequeño gesto de su amor.

Jimin los veía sin entender cómo aquel alfa podía ser cariñoso y atentó.

¿Por qué un alfa amaría a un Omega...?

Es imposible...

Solo nos quieren para satisfacer se...

Son asquerosos...

Todos ellos...

Jimin... ¿De qué estás hablando...? ¿Por qué dices eso ahora?...

Habló su omega confundido, pero como siempre Jimin lo ignoró.

Cómo si no lo escuchará.

Jungkook término por fin de preparar la cama plegable, donde iban a dormir, él quería darles algo mejor a Jimin y Taehyung, demostrar que es un buen alfa.

Y lo que estaba consiguiendo era molestar a Yoongi y Hoseok.

Este último estando embarazado y apuntó de tener a su bebé.

—Tomen —la voz del omega los despertó a los dos de sus pensamientos.

Bajaron la mirada hacia la caja abierta, estaba llena de galletas y parecían recién hechas.

—Las hice hoy con ayuda de Yoongi —dijo sonriente,sacando unas y darle una a cada uno— Espero que os gusten, son de chocolate.

Hoseok era muy amable.

Les había ofrecido su ropa limpia para qué se cambiarán y los dejó dormir en su habitación, intentaron negarse y Yoongi se negó aún más, pero todos bajaron la cabeza, cuando un puchero apareció en la cara del omega embarazado.

Chantaje con ternura, un golpe bajo.

Un omega embarazado era una caja de sentimientos, así que era mejor no alterarlos, aún más al ser peligroso para su salud.

Los aromas y feromonas negativas o muchas eran como un veneno para ellos, triste y algo cruel, pero cierto.

—Si tienes hambre podéis bajar y cogerla sin preocuparos, estáis en vuestra casa —dijo con una sonrisa y puso la mano en el hombro de Jungkook— Espero que estés cómodo Jimin.

—Hoseok, soy Jungkook —dijo intentando no reír.

—Ya lo sé, ¿Quién dijo que te hablaba a ti? —dijo levantando la ceja confundido.

La risa de Jungkook desapareció, Jimin río por lo bajo tapando su boca y Yoongi se río como abuelo, de esos que se burlaban de sus nietos.

Hoseok también río y abrazó al alfa joven.