6. Verdugo

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Esa niña estaba molesta, podía notarlo en su caminar, hablar y sua expresiones, era demaciado obvia, pero, ella también lo estaba, los habían obligado a jugar a este macabro juego en la que todos iban a sufrir una muerte tortuosa, y esa niña, tan solo estaba enojada por qué su mejor amigo pudo sobrevivir sin problemas al ataque de uno de esas criaturad, e incluso ese ser lo salva y se lo llevo a quien sabe donde, por un lado estaba feliz de que  su mejor amigo no este muerto, y por otro lado tiene miedo de lo que esa cosa le fuera hacer y de que esa niña les fuera hacer a ellos. No creía en ninguna palabra que saliera de la boca de esa cría puberta, no era alguien de fiar, y estaba segura que no cumpliría su palabra, ella los podría matar en cualquier momento por mero gusto. Sabía que de cualquier modo ella los mataría, si respondía o no la pregunta perderían la cabeza... ¡Ni siquiera sabía como responder a la pregunta, no comprendía nada de lo que sucede en este maldito lugar!

No quería morir, aun era bastante joven, tenía muchas cosas aun por hacer, quería una Death note (aun qué no le sirva para matar ni a una mosca), teber mangas exclusivos, conocer a las Black pink y a varios youtuber's para alardear, ir a los próximos juegos Olímpicos, y si nada de eso es posible, al menos desea tener el video juego de Legend of Zenda para invocar a ese elfo rubio que ni siquiera recuerda como putas se llamaba ese crío.

Necesitaba encontrar la manera de poder desplazar este tema lo suficiente oata que a ella o a Dan se les ocurra algún plan para escapar de allí, solo desea de que Patty este bien allí donde este.

Hablando de Patrick, él habia llegado hace tan solo unos momentos al hospital del pueblo, no comprendía nada que pasaba, pero si sabía que mientras este con su nuevo amigo nada malo le sucederá, en su trayecto él habia matado a mas de un monstruo que se habia atravesado en su camino y lo había intentado matar, él lo salvó, y joder, no pudo evitar pensar en lo sexy que se vio al hacerlo, y la sangre que lo había manchado le daba un aura espeluznante que le fascinó al instante. A lo largo de su trayecto hasta aquél centro de salud de mala muerte, se la habian pasado en silencio, le hacia cuestionar si esa criatura podia hablar o solamente elegía no hacerlo— ¿Que hacemos aquí? —No obtuvo respuesta como era de esperarse, no le importo y sin objeción lo sigue, sin saber que es lo que el destino le depara, si va a vivir o morirá, es difícil saber que puede suceder, pero, estaba seguro que mientras siga con aquella criatura ningún daño iba a sufrir.

Pasaron por un ascensor, pero no subieron por allí, subieron por las escaleras, una sonrisa se deslumbró cuando ae imagino al grandote intentando entrar en ese pequeño cubículo, le sorprendía incluso que pudo pasar por la puerta, puesto a que era mucho mas alto que la misma. Su risa apenas controlable llamo la atención del más alto, le resulto adorable, mejor dicho, todo en esa diminuta personita se le era adorable, desde su tamaño hasta lo anaranjado de su cabello, ese cabello revoltoso habia atraído su atención desde el primer instante en el que ese muchacho entro en su campo de visión.

Lo había visto llegar al pueblo, y el miedo que emanaba de él lo atrajo en un principio, lo estuvo siguiendo con sigilo, con cuidado de que no lo viese, le causaba intriga su persona, desde sus comentarios que se le eran incomprensibles hasta su forma tan extravagante de vestir, no utilizaba una vestimenta como las de los habitantes de Silent hill, mucho menos como la de los extranjeros o como la de Lilith, su ropa no era de colores oscuros y opacos a los que estaba tan acostumbrado, era verde, tenia distintas tonalidades del mismo color, que combinaban tan bien con su tono de piel y su cabello. Y cuando lo vio ser liberado con el resto de los prisioneros, supo al instante que aquél muchacho estaba participando en el retorcido juego de Lilith, y sabía que tendría que  matarlo jubto a los otros, ese era el trato al que habia llegado con aquella niña, él sería el verdugo de los pecadores, por que esa era la unica forma en la que sus almas serian purificadas. Pero cuando llego el momento en el que tenía que arrebatarle la vida de aus manos... Simplemente no pudo, no fue capaz de hacerlo, y tampoco quería que otro monstruo del pueblo lo matará. No tuvo mas opción que llevarlo consigo, era la unica forma de mantenerlo con vida.

Sumido en sus pensamientos, Patrick siguió ciegamente al hombre de cabeza piramidal. Llegando a una de las tantas habitaciones del hospital, la cuál parecía estar mas limpia que el resto del lugar, estaba ordenada y eso le sorprendía bastante a decir verdad, supo al instante que ese lugae se trataba de la habitación de su nuevo amigo, o eso supone.

— ¿Entonces voy a dormir aquí? —inquiere, viendo al contrario como movía levemente su cabeza en señal de afirmación—Se ve limpia.

Decía aquello en lo que paseaba por la habitación, sentia los nervios a flor de piel por la penetrante mirada del mas alto fija en su persona. Se sentía como en su primera vez, no sabía que hacer ni que decir, ¿Que se dice en momentos como este? No se le venía nada a la mente, quisa debería de agradecerle por haberlo salvado, peroeos ya lo había hecho más de una vez, una mas ya sería abuso. Sin saber que hacer, se acomodó en la cama dispuesto a dormir un rato, se estaba muriendo del sueño, le dolía todo el cuerpo, ademas de que esas cadenas de las que habia sido sujeto le habían dejado unas notorias marcas en la piel. Escucho la puerta metálica cerrarse, su amigo nuevo se había marchado oara dejarlo descansar, y Patrick agradecía aquello, necesitaba despejar aunque sea por un segundo, necesitaba dialogar un momento con la almohada, de esa forma seguro que se le ocurre la manera de escapar de ese pueblo, y no escapará solo, oh claro que no, Clare y Daniel vendrían con él.

Y no muy lejos de allí, al otro lado de la ciudad, sus amigos se encontraban formalizando un trato con aquella niña, un trato del que incluso en el momento de acordarlo ya se estaban arrepentiendo—Entonces es un trato—espeta, Clare, arrepentida de todo, esto no terminaría para nada bien—, solo espero que cumplas la parte del tuyo, Lilith.

La niña, la cuál ahora tenia un nombre y era Lilith, sonrió con diversión—Dalo por hecho dulzura.

Verdugo ᴾʸʳᵃᵐⁱᵈ ʰᵉᵃᵈWhere stories live. Discover now