4 - Al ritmo de tus besos

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27/08/22 Contexto: Celebración del primer mes

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Volkov no era de los que salían un sábado por la noche, a menos no a su edad actual, prefería divertirse rodeado con su círculo social cercano, en donde se sentía menos cohibido de poder bailar y ser él mismo.

Pero, cuando Horacio se lo pidió, poniendo ese gesto tan tierno, no pudo negarse, solo era una noche, se dijo, podía acompañarlo una noche a una discoteca para celebrar su primer mes de relación formal.

Él, personalmente, hubiese preferido quedarse en la casa de playa, bebiendo solos, mirando alguna película, haciéndose mimos en el sofá, pero, verlo bailar toda la noche tampoco le parecía mala idea.

Llevaban un par de horas en el lugar, la música sonaba alta, y ritmos de todos los géneros hacían que las parejas y grupos de amigos se reúnan en la pista de baile. Ellos, se encontraban en la zona vip, rodeados de grupos de gente, que al igual que ellos habían preferido un sitio más calmado, dentro de lo que cabe, al menos no estaba siendo aplastado por todo el tumulto de gente.

Él había pedido una botella de beluga y hielo no más llegar, ya había tomado media botella y Horacio, pues él había probado tan solo un vaso y ya, dedicando su atención solo a bailar.

Le había convencido a hacerlo con él un par de veces, pero no se encontraba muy a gusto con tanta gente desconocida alrededor.

— Ve tu мой маленький — le dijo en una ocasión al oído — yo prefiero verte disfrutar, anda diviértete yo de acá te observo.

— Vale querido — contestó Horacio empinándose un poco y hablando a su oído, luego le dio un suave beso en la mejilla y se alejó un poco bailando mirándolo a los ojos — Pues disfruta del espectáculo.

— Lo haré, por supuesto — respondió bebiendo de su vaso sin romper el contacto visual con sus hermosos ojos.

Horacio estaba divirtiéndose realmente, bailaba solo, bailaba con desconocidos y con un par de personas que claro, debido a su personalidad, se había hecho amigo en tan solo un par de horas.

Lo veía moverse con total naturalidad, siendo el género que fuera; le veía sonreír y a veces tararear, disfrutando del ritmo y de su completa habilidad de manejar los movimientos de su cuerpo como quisiera.

De un momento a otro una mujer con algunos tragos de más en el cuerpo se le acercó, le habló en un idioma extraño, le pareció que era portugués. La mujer era agraciada y con gestos divertidos le insinuó si quería bailar, el negó con la cabeza levantando su vaso y sonriendo sin intenciones de ser grosero. La mujer entendiendo, solo le sonrió y caminó alrededor buscando a alguien con quien bailar, en un gesto rápido le señaló a Horacio que se encontraba a unos metros.

La mujer le sonrió nuevamente y observó cómo moviéndose con ritmo se acercó a Horacio, quien en ese momento bailaba solo. Pudo notar que la mujer intentaba ser comprendida, pero sin lograrlo hizo gestos de querer bailar, y el moreno aceptó sonriendo.

Los vio bailar al menos cinco canciones, como siempre, Horacio demostraba su destreza y lo que empezó con un sencillo baile compartido, se convirtió en una competencia.

Algunas personas alrededor dejaron de bailar para dedicarse solo a ver el espectáculo, como él lo venía haciendo hace horas, solo que él disfrutaba del espectáculo particular que era su novio.

La competencia de baile podría durar el resto de la noche, lo sabía, pero poco a poco pudo ver como la mujer se iba cansando, seguro por el alcohol en su sangre, eso hacía que no fuera competencia de Horacio, que apenas había bebido medio vaso.

OjaláWhere stories live. Discover now