Ojalá

16 - Gaia 3

04/03/22

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─ Gaia... esto no fue lo que acordamos...

─ Lo sé tío H, pero no me quedó otra opción.

─ Pero... no creo que esta sea buena idea Gaia... nos mataremos aquí dentro.

─ Lo es, solo tómense todo el tiempo que quieran, y bueno... si tienen que gritar háganlo, estamos solos.

Gaia guardó la llave en uno de sus bolsillos y se quedó mirando la puerta de madera un momento, luego pasó la mirada por los alrededores en donde lo único que había era la casa abandonada en donde había encerrado a Horacio y Volkov.

─ No entiendo nada, ¿de qué se trata esto Horacio? ─ Volkov se paró a su lado mirando la puerta cerrada pero no intentó abrirla ya que Horacio lo había estado haciendo ya varios minutos.

─ Emmm creo que mi sobrina nos ha encerrado acá.

─ ¿Cómo que encerrado? ¿A qué te refieres?

─ Pues eso, que no podemos salir a menos que nos abra la puerta ¡Gaia!

─ Mientras no empiecen a hablar, más tiempo pasarán encerrados ─ respondió Gaia desde afuera decidiendo apoyarse en la puerta.

─ Gaia ─ habló con calma Volkov ─ por favor ábrenos la puerta ¿si? sabes que no podemos estar acá, tenemos cosas que hacer...

─ No desaprovecharé la única oportunidad que he tenido de alejar a mi madre y mi abuelo, lo siento Volkov, pero no tengo otra opción.

─ No entiendo ─ murmuró Volkov alejándose de la puerta y mirando la espalda de Horacio que seguía forcejeando con la puerta ─ ¿por qué tendría que encerrarnos aquí a ambos?

─ Lo que pasa ─ Horacio se agachó y revisó la cerradura ─ es que Gaia prometió ayudarme y ha creído que esta es la mejor forma, pero yo no creo que lo sea.

─ ¿Ayudarte a que?

─ A... que hablemos, a que aclaremos las cosas.

─ ¿Y por qué?

─ ¡¿Cómo qué por qué?! ¡¿No crees que es necesario que hablemos?!

─ ¡Claro que sí coño! ¡Pero no es la forma!

─ ¡Dile eso a mi sobrina! ¡Gaia!

─ Gaia ─ Volkov se volvió a acercar a la puerta ─ por favor, sé razonable, no podemos quedarnos acá encerrados, entiendo tus intenciones, pero no es la forma.

─ Lo sé ─ respondió Gaia desde fuera ─ y lo siento mucho, pero no tengo tiempo. Lo siento tío Ache y Uve, pero me voy en unas horas, no sé cuando regresaré, y no puedo irme sin cumplir con lo que prometí, darles una oportunidad, alejados de todos y que dejen los problemas por unas horas a un lado.

─ ¡¿Cómo que te vas?! ¡Gaia ábrenos la puerta!

─ No tío...

─ No te puedes ir sin despedirnos y dejándonos aquí.

─ Debo darte las gracias tío Horacio, pero soy consciente que yo he estado en tu vida solo unas semanas, y no lo malentiendas, han sido maravillosas, pero la relación que han tenido ustedes dos, según lo que me has contado, es de años, y no me puedo ir sin hacer nada para que la recuperen, o al menos lo intenten...

─ Gaia ─ Volkov habló interrumpiendo ─ entiendo tu punto, pero somos adultos, no creo que eso sea de tu...

─ Lo sé ─ Gaira le interrumpió ─ no es mi problema, se que son adultos y que deben solucionar sus problemas solos, pero entiende Volkov y quiero que entiendas también tío Horacio. Me voy a ir, no estaré para cuando todo esto se derrumbe, las cosas se están poniendo difíciles y la estabilidad de nuestras vidas se está yendo al tacho, no puedo dejarte solo tío, necesitas a alguien a tu lado, alguien en quien apoyarte, y aunque no lo quieras admitir Volkov sé que tú también.