Cartas a mi crush • Kevin Álvarez

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𝙵𝚎𝚕𝚒𝚣 𝚙𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛 𝚖𝚎𝚜.

𝙺𝚎𝚟𝚒𝚗 :

Por fin después de todas las fiestas decembrinas estábamos iniciando un año nuevo, estaba contento de que fuera con una pareja. Es verdad que apenas llevamos un mes como novios, pero me atrevo a decir que mi relación con Alexia es solida

Ella me cuenta cosas acerca de su día, problemas, yo hago lo mismo. En pocas palabras no hay secretos, sentimos la confianza de hablar y de darnos consejos

Es como si siguiéramos siendo amigos, solo que esta vez había una etiqueta de novios, donde podíamos darnos un beso y muestras de cariño sin tener que pedir una disculpa por el atrevimiento.

Estoy a pocos días de regresar a entrenar, lo que quiere decir que mi tiempo libre lo estoy aprovechando a full. Mis padres se habían quedado más tiempo en Colima, mis hermanos se habían ido con sus amigos a un viaje.

Yo también tengo uno con mis amigos mañana, será unos días en los que Alexia quiso no ir. Me sentía indignado de no quisiera ir, pero dijo que no quería ser una empalagosa que se la pasa pegada a su novio.

Básicamente quiso que tuviera un tiempo con mis amigos, ella lo haría con las suyas. Creo que no era mala idea, siendo honestos al principio creía que Alexia ya se había aburrido de mi, se lo hice saber a mis mejores amigos y solo se reían de lo paranoico que me veía según ellos.

Finalmente entendí que Alexia tenía razón, no siempre había que estar pegados, finalmente existen las llamadas y los mensajes. Aunque no me gustaba irme así como así, recuerdo aún lo que le pasó la última vez que me fui de viaje sin ella.

Pero basta, no siempre tiene que ser así, debo perder esos pensamientos que no sirven de mucho. Mejor me enfoco en lo de este día, Alexia y yo iremos al parque por un helado.

Estaciono el auto frente a su casa y ella ya se encuentra ahí, lleva puesta una sudadera que yo le había regalado en Navidad. Yo también llevaba puesta una igual, pues era de esas que combinas con tu pareja.

Ella me vio con una sonrisa traviesa tan pronto entró al auto.

— Hola corazón — canturrea y besa mis labios fugazmente.

— Hola nena — sonrio.

— Ni poniéndonos de acuerdo íbamos a venir tan combinados — comenta riendo al ver nuestro outfit.

Rei junto a ella , pues la sudadera no era lo único que compartíamos, si no también un pantalón negro y unos tenía blancos.

— Es conspiración del destino amor

— Eres un romántico de lo peor.

Negué divertido y me apresure a conducir las calles necesarias hasta el parque que nos encantaba, pues frente a el estaba la iglesia, unos cuantos vendedores con cualquier cosa, chicos entrenando en su skate o Parkour. En fin, era una infinidad de cosas lo que venían aquí.

Cuando encontré un lugar para dejar mi auto, bajamos y fuimos directo a una de las bancas donde nos gustaba sentarnos.

— Este lugar me trae recuerdos — le digo haciéndola verme, pero yo solo veo al frente.