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Nunew visitaba a Zee todos los días, el médico había decidido dejarlo un par de semanas para que Zee se pudiese recuperar de la herida y recobrar peso. En ocasiones, Zee permitía que Nat se colara entre las visitas, Nunew lo había convencido que el niño era una buena persona a pesar de su mitomanía.

Los chicos se habían convertido en amigos, Zee agradecía las visitas y su compañía. Ellos se habían callado, en esos días el pelinegro se sentía mejor que nunca a pesar de estar en una camilla con una intravenosa para suministrarle suero y vitaminas.

-Te estoy diciendo que Kla tiene una relación
con Perth - decía Nat sentado en la silla junto a la camilla de Zee

-Deja de decir tonterías, Kla está casado- respondió Zee

-Los vi encerrarse en una habitación y salir con la ropa desordenada.

-¿Por qué debo creerte?- pregunto Nunew

-Porque a ustedes siempre les digo la verdad, he mejorado, lo juro- contestó el chico mientras levantaba su brazo derecho -Pronto saldré de acá y haré que mi hermano los ayude a salir, lo prometo.

Kla entró para indicarles a los chicos que debían irse, Zee se despidió de ambos mientras los veía partir, cerró los ojos, sin importarle la presencia de Kla, se dejó llevar por sus sueños.

Se encontraba junto a Nunew caminando por las calles de Chiang Rai, el clima era bastante bueno, el sol iluminaba las calles y una pequeña brisa hacía el clima agradable. Iban tomados de las manos, las personas los miraban y sonreían al ver lo felices que los chicos eran.

Llegaron a un restaurante y al entrar notó a Saint junto a Theo, por primera vez no se sentía molesto, al contrario, estaba feliz de ver a Saint feliz junto a la persona correcta. La pareja saludó a Nunew y a Zee, era una escena bastante linda.

Al terminar de comer, salieron del lugar, caminaban a lo que parecía ser el antiguo vecindario de Zee. Escucharon a lo lejos el sonido del camión de helados, el clima cálido se tornó en uno oscuro y sombrío, Zee tomó la mano de Nunew y comenzó a correr. Parecía que el sonido se había detenido, suspiró aliviado pero pronto alguien lo tomó por detrás y lo arrebató de la mano de Nunew, al girarse lo vio a él, era el lobo que venía nuevamente por él.

Trató de despertar y creyó hacerlo hasta que notó la habitación oscura llena de peluches y juguetes, estaba reviviendo su pesadilla de hace algunos años, el lobo se lo había llevado de nuevo y Zee no podía escaparse esta vez.

-Zee- escuchó la voz de alguien llamarlo- Zee despierta.

Se despertó sudando y con lágrimas en los ojos, no quería revivir lo que le había sucedido, no quería volver a ser la víctima de ese hombre. Al abrir los ojos notó a Nunew frente a él, lo abrazó y se aferró como si su vida dependiese de ello.

-El viene por mi Nunew, ellos lo saben- dijo Zee sobre el hombro de Nunew-No quiero que venga por mi, no de nuevo.

Nunew se aferró a él mientras miraba confundido a Kla quien lo había dejado pasar luego de notar como el pulso de Zee se aceleraba y nada lograba calmarlo. El doctor Kang entró algunos minutos después y le pidió a todos que abandonaran la habitación.

Uno, dos, la melatonina viene por ti.

-Zee, Zee- dijo el doctor mientras se sentaba junto al chico -¿Recuerdas la vez que te di un caramelo para que me acompañaras?

-¿De qué está hablando?- preguntó el chico
limpiándose los restos de sudor y lágrimas de su cara.

Tres, cuatro, bebé, ¿no quieres cerrar la
puerta?

-Tenías nueve años, tal vez diez cuando te encontré afuera de tu casa en Phuket, esperando a que tu amigo llegara a jugar contigo. Fue tan fácil llevarte a mi casa Zee, me han dicho que así de fácil eres con los pacientes de acá.

Zee no entendía a lo que se refería, observaba su rostro pero no podía recordar nada aunque la voz le sonaba familiar. Le parecía extraño que ese hombre le estuviese hablando se esa manera o que recordase cosas de Phuket.

Es el lobo Zee

No lo ves, es él.

Vino por ti

-¿Cómo sabe todo eso?- preguntó Zee moviéndose en su cama tratando de alejarse de él, aunque era inútil.

-En ese entonces decías que era un lobo que venía tras de ti, ¿no lo recuerdas?


Cinco, seis, ya he terminado con esto


-No puede ser, ellos te encerraron, yo te herí ese día, yo... - Zee se quedó callado, estaba seguro que ese hombre estaba lo suficientemente lejos.

Él se levantó y sacó una jeringa de entre su bata, Zee observaba cada movimiento incrédulo, todo este tiempo pensó que estaba a salvo entre esas paredes. No entendía como él había entrado a ese lugar, como había escapado si todo el mundo sabía que era un pedófilo. El doctor Kang acercó la jeringa a la bolsa de suero e inyectó algo. Poco a poco Zee comenzó a quedarse de dormido de nuevo, lo último que vio fue al lobo a punto de devorar a su presa.

Debes ser fuerte Zee

El lobo vino por ti

Ellobo no va a dejarte ir

Debes ser fuerte por Nunew.


Siete, ocho, se hace tarde.
Así que cierra los ojos, duerme unos días.

Stigma ‧₊˚.  -ZeeNunewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora