Hormonas - Everstrange

386 34 1
                                    

Muchos creían que Stephen Strangef era un hombre sin sentimientos. En especial en el hospital, pues siempre se mostraba seguro y frío en las decisiones o para dar noticias.

El único que conocía su otra parte era Everett, y aún así no era lo que la gente llamaría sensible.

Sin embargo, el embarazo cambió algo dentro de él. Stephen podía entenderlo desde su conocimiento de hormonas y medicina, pero la forma en que se sentía ahora era como algo que nunca había sentido.

— Te odio— dijo Stephen entre sollozos después de terminar una película de perros.

— ¿Por qué?— preguntó Everett extrañando.

— Porque me embarazaste y ahora mis hormonas son un desastre— respondió el pelinegro— estoy llorando por una estúpida película de perros. Eso no es normal.

Everett no pudo evitar reír en voz baja, Rosie aún dormía en su cuna junto a la cama así que no querían arriesgarse a despertarla.

— Tal vez eso no está del todo mal— agregó el rubio— tener sentimientos es normal.

— ¿Estás diciendo que antes no tenía sentimientos?— ahora venía el enojo, Everett debió haberlo previsto antes.

Sus cambios de ánimo también venían en sus nuevo paquete de emociones. En especial el enojo.

Claramente era complicado, pero tampoco era imposible. Habían iniciado esa familia juntos, sabían que eso ocurriría por lo que no tenía sentido enojarse de más por esa situación. Además, Stephen le había dado la hija más maravillosa en el mundo, así que si tenía que soportar un poco de mal humor por algunos días estaba de acuerdo con eso.

Formando Una Familia Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt