Antojos - Wolvesilver

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Peter amaba las comidas extravagantes y raras, eso era algo que toda su familia y amigos sabían, y se habían adaptado a eso. Pero ninguno se esperaba que el embarazo pudiera hacer sus gustos aún más extraños e incluso para algunos asquerosos.

Su padre Erik, sus amigos, profesores y otros alumnos más pequeños lo había encontrado en varias ocasiones en la cocina de la mansión preparando mezclas extrañas como, waffles con sardinas y mermelada o palomitas de mantequilla con jarabe de chocolate.

Sin embargo, el que más había resentido estos nuevos cambios de apetito fue Logan, pues desafortunadamente solían pasar durante la noche o madrugada. Justo como en esos momentos.

— Logan— susurro Peter mientras movía levemente a su pareja para despertarlo.

Logan despertó de un salto y listo para proteger a su familia.

— ¿Qué pasa? ¿Estás bien?— preguntó el castaño revisando con la mirada a su pareja.

— Estoy bien, solo tengo hambre— confesó el peli plateado un poco avergonzado por preocupar y causar molestias.

Logan soltó una pequeñita risa y se acercó para besar a Peter y hacerlo sentirse querido, y no como una molestia. Mientras lo llenaba de besos aprovecho el momento para acariciar el vientre donde se encontraba su anhelado bebé, nunca había imaginando tener una familia pero ahora que se presentaba la posibilidad no podía tener otra cosa en la cabeza.

— ¿Qué se te antoja?— preguntó por fin el más alto. Esperando la respuesta comenzó a acariciar el cabello plateado.

— Pay de nueces— dijo Peter luego de un momento de reflexión.

Eso sorprendió a Logan, pues era de lo más normal que le había pedido. Pero pronto se dió cuenta de que ahí también había un gran reto, ya que eran las 3 de la madrugada y dudaba que existieran pastelería abiertas.

— Tampoco es tan urgente, podemos esperar— intervino Peter cuando se formó un silencio y vió como su novio empezaba a hacer planes para intentar conseguir su antojo.

— Tu no te preocupes, ya sabes que tus deseos son órdenes para mí— Logan se empezó a poner de pie y cambiar de ropa por algo cómodo y abrigador— descansa, estaré de vuelta muy pronto.

Peter sonrió y se recostó para ver salir a su hombre por la puerta.

— Tu papá es el mejor— dijo Peter hacia su bebé cuando se quedaron solos. Ya no podía esperar para poder tenerlo o tenerla entre sus brazos.

Por otro lado, Logan estaba entrando un poco en pánico pues no sabía que hacer aunque ya comenzaba a tener un plan.

En silencio fue a buscar una habitación en específico, tocó la puerta y espero a que el mutante azul abriera. No tardó mucho para que Kurt saliera aún con una expresión cansada y una bata para dormir.

— Logan, es de madrugada. ¿Qué pasa?¿Peter está bien?— preguntó en voz baja.

— Si, solo necesito tu ayuda. Te prometo será rápido solo necesito un transporte rápido— explicó el castaño, él intentaba no sonar desesperado.

— De acuerdo, dame unos minutos para cambiarme y te veo en la sala— accedió el azul sin mucha resistencia.

Kurt era de los amigos más cercanos de Peter, así que accedería con mucha facilidad a cualquier petición que lo involucrara y por la ahora y urgencias de Logan podía ver qué se trataba de algo así.

Ni diez minutos después los dos ya estaban reunidos.

— Ahora sí, dime a dónde quieres ir.

— ¿Conoces un lugar donde vendan pays de nuez?— preguntó Howlett.

Kurt lo miro confundido pero prefirió no decir nada, en lugar de puso a pensar su respuesta.

— Conozco un sitio— dijo Kurt con una sonrisa, recordaba una pastelería que habían visitado ambos y amaban— tuviste suerte, justo ahora tengo mi bateria recargada podemos hacer el viaje redondo en un solo intento.

Logan no tenía más que decir, confiaba en los gustos del otro mutante. De esa manera solo extendió su mano, preparándose para la teletransportación.

Nightcrawler hizo honor a su nombre y en unos segundos los llevó a un callejón en Francia.

— La pastelería está a la izquierda, a Peter le encantan los postres de aquí— Kurt dió las indicaciones y se recargo en la pared— te espero aquí.

Logan acepto y comenzó a caminar hacia el establecimiento. Kurt había superado los complejos de su aspecto, sin embargo había ocasiones en qué no estaba de humor para lidiar con los prejuicios de otros y prefería evitarlas.

Wolverine entró y con ayuda del traductor de su teléfono pidió su anhelado pay. Afortunadamente era de mañana en la ciudad y la gente aún estaba de humor para atenderlo con toda amabilidad y rapidez. Se sorprendió al notar el poco tiempo que tardó, por lo que él también se apresuró para pagar y regresar a su punto de encuentro.

— ¿Estamos listos?— preguntó el azul preparándose para dar el salto.

— Perfectamente listos— respondió el más alto y sujeto su compra y al otro mutante.

El regreso fue igual de rápido que la ida. Así que nadie realmente notó su salida.

— Mucha suerte, espero que le guste— de esa manera se despidió el azul y se dispuso a regresar a dormir.

— Gracias, realmente me salvaste.

Kurt solo sonrió y se fue. Por otro lado Logan comenzó a caminar muy feliz hacia su encuentro. Él entró tranquilamente y para su fortuna Peter seguía esperándolo.

— ¿Aún tienes hambre?— preguntó Logan mostrando la bolsa.

Peter le sonrió y se levantó a besarlo.

— ¿Kurt?— Peter dijo curioso cuando vio de dónde provenía su postre.

— Me ayudó mucho. Deberíamos agradecerle propiamente mañana.

— Le guardare una rebanada, que se conforme con eso.

Los dos rieron y se acomodaron en la cama. Logan había pasado por unos tenedores así que de esa manera iban a comer su postre juntos.

— ¿Era lo que querías?— preguntó Logan.

— Era exactamente lo que deseaba. Te amo.

Formando Una Familia Where stories live. Discover now