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Jungkook se movió con cautela mientras SeokJin caminaba con él hacia la habitación del hotel. SeokJin nunca había tenido un cálculo renal, pero había oído historias de horror. Todo lo que sabía era que Jungkook había tenido la suerte de estar drogado y tener una preocupación de menor importancia para distraerlo durante el proceso.

Mientras se abrían camino por el pasillo, Jungkook alargó la mano para sujetarse al brazo de SeokJin y mantener el equilibrio. El medicamento que le habían dado todavía estaba haciendo efecto, y se tambaleaba sobre sus pies.

-¿Necesitas ayuda?

Jungkook sacudió la cabeza.

-No, estoy bien. -Pero no soltó el brazo de SeokJin. Mantuvo su otra mano en su costado. SeokJin no estaba seguro de si le dolía o si sólo le hacía sentirse mejor sostenerlo.

Cuando llegaron a su habitación, SeokJin no se sorprendió al ver a los otros hombres ya allí. Había llamado para hacerles saber que estaban soltando a Jungkook y NamJoon tenía una llave. Todos se levantaron cuando Jungkook entró en la habitación.

-¿Estás bien, Six? - Preguntó Digger. Jungkook asintió brevemente.

-Entonces -dijo Jimin con una sonrisa-. ¿El episodio psicótico es el nuevo tratamiento prescrito para una de esas cosas?

Jungkook se aclaró la garganta y se ruborizó.

-Las alucinaciones son una perra cuando te contestan.

SeokJin puso la mano sobre el brazo de Jungkook, ofreciendo un mínimo de apoyo. La mano de Jungkook tembló mientras colgaba entre ellos. La cerró para que parara.

-Necesito un cigarrillo o algo así -murmuró Jungkook.

-Mi paquete está en los vaqueros -ofreció SeokJin.

Jungkook se dirigió a la pila de ropa que SeokJin se había quitado la noche anterior. SeokJin lo reconoció como más que una distracción de la necesidad real de un cigarrillo. Era algo para hacer por sí mismo, con sus manos y su mente, así tendría un poco más de tiempo para encontrar la manera de explicar su comportamiento al resto de ellos.

Se inclinó con cautela, sosteniéndose el costado mientras rebuscaba en los bolsillos de SeokJin. Todo el mundo estaba en silencio, esperando, sabiendo que el silencio haría más para forzar a Jungkook a hablar que cualquier pregunta. SeokJin sonrió. Le gustaba observar la dinámica Sidewinder, porque a pesar de que todavía se sentía como un poco marginado, también sabía que estaba en una habitación con algunas de las personas que mejor conocían a Jungkook. Ya no era el único presente que le gritaría gilipolleces.

Jungkook se enderezó con una mueca, una vez que encontró el paquete y el encendedor. Tenía el ceño fruncido, sosteniendo el trozo de papel arrugado que SeokJin había metido esta mañana. SeokJin tardó un momento en recordar lo que era. Estaba bastante seguro de que Jungkook estaba demasiado dopado para molestarse por ello. Incluso podría encontrarlo divertido. Jungkook sacó uno de los cigarrillos del paquete y se lo puso en la boca, luego dejó caer el paquete y sin decir nada aplanó el papel para leerlo.

SeokJin estaba esperando que hiciera una broma o un comentario lascivo sobre alguien dándole un número de teléfono en un bar, por lo que se sorprendió por el cambio que apareció en el rostro de Jungkook. Se sacó el cigarrillo de la boca y lo dejó caer al suelo. Su mandíbula se tensó y sus ojos duros se precipitaron hacia SeokJin.

-¿Qué? -Preguntó SeokJin.

Jungkook levantó el papel y lo arrugó en su puño.

-¿De dónde has sacado esto?

Situación Crítica || #7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora