Decidió por ir al lado derecho, para donde estaba su habitación y la de jungkook, revisó varias habitaciones distintas pero no encontró nada fuera de lugar.

Llegó a la habitación del muñeco y abrió la puerta, todo estaba bien, a excepción de que jungkook no estaba como lo había dejado en un principio, recostado, como si estuviera más o menos sentado contra la almohada, pero ahora parecía que lo habían empujado de lado y estaba recostado.

—¿Eh?

Tal vez solo fue el viento. Eso quería créer.

Caminó unos pasos más para acomodarlo correctamente pero sus pies golpearon algo de vidrio.

Miró hacia abajo encontrando la lámpara que él había visto en la mesita de noche de jungkook.

—¿Cómo se cayó? —la tomó y la volvió a dejar en su lugar, asegurándose de no dejarla muy en la orilla para que no volviera a caer.

Tomó el muñeco con cuidado y lo volvió a sentar en la cama, se quedó quieto al verlo ya acomodado, sintiéndose incómodo al ver esos ojos verdes tan fríos.

Pegó un salto en su lugar cuando una fuerte campana sonó a su lado, sujetando su pecho al sentir su corazón latir como loco, vió la mesita de noche con molestia, notando la alarma de jungkook encendida, sonando justo a las ocho de la noche.

¿Cuando pasó tanto tiempo?

Había llegado a las cuatro.

—Joder, que susto.

Tomó el aparato, lo apagó y dejó en su lugar segundos después. Sintiéndose algo molesto por esa estúpida alarma.

—¿Tú no te asustaste, pequeño? —preguntó con una sonrisita al muñeco en la cama, luego se rió de si mismo— Que idiota, le estoy hablando a un juguete.

Volvió a reír y salió de la habitación segundos después, no mirando detrás de él. El muñeco volvió a caer de costado en la cama, pero él ya había cerrado la puerta.

Volvió a la cocina, dispuesto a seguir preparando su merienda, pero un papel en la isla de la cocina lo distrajo, no lo había visto cuando ingresó.

Lo tomó con curiosidad al mismo tiempo que mordía una fresa.

Era la lista de cosas que tenía que hacer para cuidar a jungkook, seguramente para si llegaba a olvidar algunas cosas, todo venía con lujo de detalle, con horarios incluidos.

Asintió con la cabeza y le dió la vuelta a la hojita solo porque si, vió unas palabras en una de las esquinas.

"Lo sentimos mucho"

¿A qué se refería?

¿Lo dejaron los señores Jeon? Pues quién más sino.

Confundido solo dejó la nota en el mismo lugar y volvió a lo que estaba, tomando las fresas, duraznos y manzanas cortadas para luego colocarlas en un pequeño plato hondo, y ponerles algo de Tajín en polvo.

Le gusta el picante.

Con un tenedor en mano y en la otra su fruta, subió a su habitación, viendo la enorme cama que era más grande que la que tenía en su antigua casa.

Frente a ella, colgada en la pared una pantalla enorme. Para ser mayores, los señores Jeon sabían de tecnología, tomó el control de la mesita de noche y se recostó en la cama, prendió la pantalla y puso algo bueno para ver.

El tiempo pasó y el cansancio lo venció, ni siquiera guardó las cosas de sus maletas, y tampoco se acabó su fruta. De quedó dormido en una posición incómoda que seguramente haría que le doliera el cuello a la mañana siguiente.

La puerta rechinó levemente, pasos silenciosos sobre la alfombra, una fría brisa hizo que sus cabellos aún en el sueño se erizarán.

Fué acomodado y arropado en la cama, la fruta fue dejaba en la mesita de noche y un pálido y frío pulgar limpió el Tajín que quedó en la comisura de su boca.












Imagina que estás solo y esto te aparece de la nada. Jsjsjsjs.

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Muñequito [Taekook] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora