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Exactamente un mes acababa de cumplirse.

Las primeras dos semanas, fueron las más delicadas, ya que Zayn solo había respondido a muy pocas estimulaciones. Llegó a tener espasmos que lograron abrir y cerrar sus manos pero los reflejos en sus piernas habían sido inútiles.

En la tercer semana, quisieron quitarle el respirador artificial para verificar si podía hacerlo por su cuenta, pudo hacerlo solo por unos momentos antes de volver a tener complicaciones, por lo que debieron conectarlo otra vez.

Al comienzo de la última semana del mes, volvieron las pruebas, estás fueron más fructíferas que las anteriores, ya que su sistema neural había respondido de manera positiva a los estímulos, las resonancias magnéticas demostraron que su cerebro recibió las estimulaciones de la corteza a nivel auditivo, por esta misma razón les habían aconsejado a sus familiares que ayudarán en ese aspecto, ya que al parecer, él podía oír cada palabra que decían en la habitación.

Esa fue una buena noticia después de tanto tiempo.

La otra fue que, desde hace tres días, habían bajado las dosis de los fármacos, por ende, Zayn había salido del coma inducido.

Lo malo de todo esto era que él aún no despertaba, los médicos les informaron que una vez que un paciente era sacado de un coma, este podía tardar tanto horas, como días o incluso meses en abrir sus ojos. Esto solo hacia que el temor, los nervios y la ansiedad no les abandonará en ningún momento.

La situación seguía siendo delicada. Aún más, tratándose del motivo por el cual el azabache estaba internado en el lugar.

Podía decirse que lo único "bueno" de todo esto, fue que, por primera vez. Ni Doniya ni Zayn estaban desamparados; su padre, su nuevo hermano Rodger y la mujer y madre de los mismos, Jacky, se unieron a la familia en profundidad.

Doniya pudo conocer una parte de su familia que desconocía, su hermano menor fue un motor para ella durante todo ese mal momento, pudo conocerle de una manera tan natural, como si hubieran sido parte uno del otro toda su vida.

Se le hacía inevitable no ver al moreno plasmado en Rodger porque, además de compartir diversos rasgos, también compartían muchísimas cosas en común.

Yaser, por su parte, fue un sostén inquebrantable, intentando dar todo de si para el bienestar de sus hijos y, como le correspondía, se encargaba de todos los gastos médicos, se había negado en rotundo a que la familia Payne sustentará los gastos cuando era su deber hacerlo.

Liam por su lado, no se despegaba del lado del menor por ningún motivo. Había dejado el equipo y asistía a clases solo porque era obligado por casi todo mundo, aunque le costaba en demasía concentrarse cuando era inevitable pensar en el azabache.

La escuela había demostrado empatía con el moreno, por el desempeño brindado durante todos los años, habían hecho todo lo posible por graduar al azabache con el mejor promedio, dando así, una beca universitaria dónde Malik siempre había querido ingresar. Así que, una vez que él despertará y se recuperase, tendría otro buen motivo para no rendirse.

Payne se encargaba de contarle absolutamente todo lo que sucedía durante el día cuando era su turno para quedarse con él. Cuando le dijeron que Zayn podía escucharlo, fue una pizca de alivio, una nueva esperanza. Por lo que se dedicaba constantemente de mantenerlo al día hasta con lo más insignificante.

Y allí se encontraba ahora, estaba llegando a la habitación, encontrándose con que Rodger estaba junto a él. El menor de los Malik se encargaba de estar con su hermano cuando Doniya, Liam y Yaser tenían que trabajar o estudiar.

Payne entró, dejando su mochila en el sofá anteriormente y se acercó al moreno para poder besar su frente.
— Hola, mí amor. — saludó antes de dirigir su vista hacia el otro morenito quien lo miraba algo cansado. — ¿Cómo estás, Rod? ¿Dormiste? — cuestionó tomando la silla para sentarse a un lado del azabache.

Te amo, Liam. (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora