Dia 13

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Llegaban los últimos días en el embarazo de Shouta, la situación con la investigación sobre su secuestro le fue ocultada debido al tiempo avanzado que tenía de gestación, el estaba recostado en la cama comiendo gomitas de panda. Últimamente ya no se levantaba mas que para lo básico por orden médica, Hizashi lo consentía mucho y le cumplía ciertos caprichos.

—amor, quieres comer conmigo?— le preguntó Aizawa a su esposo quien terminaba de arreglar algunos detalles de su modulador de voz.

—claro mi vida, voy contigo solo que esta cosa se había roto y debía repararla, pero ya lo acabé—  el rubio dejó el aparato en la mesa y se fue a sentar a su lado para comer de sus gomitas, prendió el televisor y le cambió a un programa de cocina.

—mira, ese platillo estaría excelente para mañana, anotaré los ingredientes y te lo preparo—  se levantó para ir por la libreta que estaba en la pequeña cocina y regresó con su amado de cabellos negros quien aún estaba cómodo en la cama mirando como el presentador preparaba la comida.

—la verdad si se me antoja mucho, se ve tan delicioso.... uhhh— una punzada leve en su espalda lo hizo quedar en silencio, respiró profundamente esperando que se quitara y así sucedió, Zashi pudo notar como hizo un gesto adolorido.

—pasa algo amor?—

—no, para nada, creo que son las contracciones de Braxton Hicks o algo así me explicó Yaoyorozu, debo hacer ejercicios de respiración y con eso será suficiente para quitarlas—

—bien cielo pero estaré al pendiente— no quería que algo malo pudiera suceder, por eso había pedido un permiso en la agencia. Pudo notar que  esos dolorcitos desaparecieron gradualmente así que se despreocupó.

En la noche lo arropó para que durmiera tranquilo y besó sus labios a manera de buenas noches, se recostó a su lado para quedarse dormido tras unos minutos.

Llegó la medianoche y de nuevo una punzada despertó a Shouta, se levantó para ir a la salita y caminar en circulos.

—ughhh por favor basta hija— esperaba estúpidamente que eso pudiera funcionar, al menos hacía el intento.

Yamada volteó para abrazarlo pero no lo pudo sentir y eso lo hizo levantarse rápido

—Cielo? Estás en el baño?—

—n..no, estoy en la sala— su voz se escuchaba algo quebrada por el dolor

—oh darling, que tienes?— preguntó Zashi preocupado mientras se acercaba a tomar su manita.

—e..esto me está doliendo mucho, no me gusta pero tampoco he llegado al noveno mes, falta una semana para eso— puso su mano en la parte baja de su vientre, ahí también sentía dolor intenso.

—oh dios, esas ya son contracciones reales, debemos ir al hospital— el rubio corrió rápidamente por una maleta que había preparado especialmente para ese día, estaba tan nervioso que incluso usó su particularidad haciendo estremecer a todos en el edificio quienes se levantaron asustados.

—ya cállate, estás haciendo demasiado ruido— contestó Shouta molesto y usando su borrado en Hizashi —acabo de contar la duración y son cada diez minutos, tengo algo de tiempo antes de irnos al hospital—

La puerta fue abierta violentamente por Katsuki.

—que pasa? Les están haciendo daño?!!!— el estaba listo para atacar a cualquier extraño en esa habitación.

—tranquilo Bakugo, es mic que está nervioso por que ya empezó la labor de parto—

Eso dejó perplejo al chico quien también se preocupó, seguido de el llegó Yaoyorozu para adentrarse a revisarlos

—tranquilos, aquí el único que debería estar molesto es Aizawa sensei por que lo están alterando, dejen que me haga cargo—

La chica estaba nerviosa pero trataba de hacer lo mejor por quien le enseñaba a dar su plus ultra, comenzó a crear un aparato para medir los signos vitales de el maestro y la bebé, lo acomodó en el brazo de Aizawa y empezó a monitorear todo.

Su manita temblaba al poner el brazalete y Shouta lo pudo notar al instante, ignoró por completo el dolor abdominal y tomó la mano de su alumna para después mirarla a los ojos.

—confia en ti como todos nosotros lo hacemos, eres talentosa y jamás debes dudar de eso—

Aquellas palabras llegaron hasta el corazón de Yaoyorozu quien no pudo evitar derramar algunas lágrimas, las limpió rápidamente con su brazo.

—si sensei—  estaba preparándose mentalmente para esa responsabilidad. De nuevo y en un momento crítico su maestro se estaba tomando el tiempo de darle otra lección.

Debía retribuirla y estaba decidida a hacerlo bien

Estamos listos para ser padres? [EraserMic]Where stories live. Discover now