Cᥲρίtᥙᥣo 09 ᚑ 2020

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La clase de historia de nuevo, ya era viernes, y aún no sabía cómo iba a matar el tiempo el fin de semana, debería conocer la ciudad quizás, pero no podía hacerlo solo, no reconocería no el otro lado de la calle.

—¿Quién de aquí puede opinar sobre lo que hacía Hitler?— Miró a la clase pero nadie se atrevió así que observó a su estudiante, para ella, estrella en el tema. —¿Yeonjun?

Sintió las miradas de todos lo cual le puso nervioso e incómodo al llenarse de presión. ¿Debía ser sincero? Yeonjun se quedó en una época donde "convivió"  con mucha gente que estaba de lado de Hitler, o mejor dicho, nazis que lo lastimaban si decía o hacía algo ofensivo hacia Hitler y sus creencias.

—No creo poder opinar algo—. Murmuró después de ponerse de pie. —Si Hitler...— Sintió un escalofrío recorre su cuerpo después de decir ese nombre así que se quedó callado unos segundos para tomar aire. —Si Hitler creía que hacia el bien, ¿Tengo derecho de decir que está mal? Tampoco digo que haya estado bien todo el dolor, toda la sangre y lágrimas que se derramaron por el sufrimiento que esos campos causaban... Pero si él creía que hacía el bien, entonces no tengo derecho de decir si estaba mal o bien... Aunque claro, no niego que realmente se sufrió en esos campos y que fue horrible—. Volvió a sentarse.

El silencio se apoderó de toda la clase debido a la sorpresa que esa respuesta dejó. Muchos por supuesto estaban en desacuerdo, la minoría de acuerdo y la otra parte en duda. ¿Tenía razón? Había dado un buen argumento, ¿Pero era válido?

—Clase, sean como Yeonjun—. Dijo emocionada la profesora. —Me encanta como hablas, de manera profunda, como si lo sintieras.

Yeonjun mostró una sonrisa irónica y descendió su rostro, apretando también sus manos tras hacerlas un puño. Soobin al notar eso frunció su ceño. «¿Qué le pasa?» Pensó.

—Para los últimos quince minutos, ustedes y su compañero harán un resumen Acer a de lo que vimos en las tres clases de la semana, ¿Fueron seis horas de las tres?— Corrigió. —Sí, martes, miércoles y hoy—. Ahora háganlo.

«Lo que me faltaba.» Ambos pensaron lo mismo al saber que no podrían librarse de trabajar juntos.

—Sabes mucho acerca de la guerra hablarme de eso, yo lo escribiré—. Dijo sin mirar al pelinegro, quien sí lo había mirado al oirlo.

—Claro...— Musitó suave como respuesta sin apartar la vista del peliazul.

Comenzó a hablarle o mejor dicho decirle lo que debía escribir acerca de lo que habían visto en las dos clases, ya que no asistió el martes. Intentó omitir detalle personal aunque no pudo evitar todos así que constantemente guardaba silencio antes de seguir hablando, por supuesto las miradas de confusión por parte de su compañero no faltaban, pero Yeonjun ya no lo estaba viendo debido a que al recordar tanto sentía que iba a soltar en llanto en cualquier momento por lo que había dirigido su vista a otra parte.

—¿Cuánto tiempo estudiaste esto en casa?— Miró al pelinegro después de terminar de escribir, éste al recibir la mirada ajena, rápidamente se encogió de hombros.

—Años...— Contestó.

—¿Años?

Antes de cuestionar algo más, escucho la voz de la docente.

—Cinco minutos, dejen de escribir—. Captó la atención de sus alumnos. —Chang Seon—. El mencionado se puso de pie, haciendo una pequeña reverencia después. —¿Crees que podamos visitar a tu abuelo? No todos, quizá solo Yeonjun y yo.

—¿Yo?— Murmuró Yeonjun sorprendido antes de pararse, señalándose a sí mismo y mirando de Chang Seon a la profesora repetidas veces.

—¿Mi abuelo?— Ladeó la cabeza. —Creo que no habrá problema, ¿Cuándo?

𝐂𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐑𝐚𝐫𝐨 | 𝑆𝑜𝑜𝑗𝑢𝑛 (Adɑptɑción)Where stories live. Discover now