Cᥲρίtᥙᥣo 05 ᚑ 2020

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—¿Sabes cómo regresar?— Preguntó Soobin cuando llegaron a la universidad junto a Yeonjun, pero el último nombrado negó.

—Entonces...— Seon miró a sus amigos, antes de volver su vista al pelinegro, manteniendo una sonrisa por supuesto. —¿Qué tal si me das tu número? Podríamos vernos al salir y así te llevamos a tu casa.

Yeonjun simplemente lo miró confundido, asintiendo leve al tener las miradas sobre él.

—Bueno... ¿Cuál es tu número?— Volvió a preguntar el pelinegro.

—¿Mi número?— Murmuró.

—Tu número de celular—. Repitió Soobin un poco impaciente.

—¿4?— Respondió Yeonjun confundido.

—Ese número no me sirve.

Rápidamente el peliazul se acercó a Yeonjun y palmeó suavemente sus piernas en busca de su celular, al sentirlo lo sacó e intentó prenderlo pero ya que estaba apagado, lo encendió. El pelinegro se acercó a Soobin, poniéndose de puntitas al ver las letras sobre la pantalla que antes era negra.

Cuando prendió por completo, Soobin entró a llamadas y marcó su propia número haciendo su propio celular sonar, luego de eso colgó, devolviendo el celular a Yeonjun.

—Ahí tienes.

Con duda pero más que eso, sorpresa tomó el celular, mirándolo con un poco de duda. Y observó el celular hasta que la pantalla nuevamente se volvió negra. Pudo oír a los demás despedirse de él, pero seguía pensando en lo que había pasado, ASI que para cuando reaccionó, el resto se había ido, dejando a Yeonjun en la entrada confundido.

—¿Número de celular? ¿Qué es eso?— Murmuró para sí mismo antes de agitar un poco el aparato, logrando que éste prendiera, mostrando la fecha y hora. —¿Eh? ¿7:15am?— Ladeó un poco la cabeza antes de mirar el cielo. —Sí, esa es la hora...

Hizo una pequeña mueca... Quería entenderlo, quería saber qué era eso pero preguntar no era una opción, no quería burlas, no quería humillaciones, no quería golpes... Ya no más.

Bajó su mirada y vió a todos los estudiantes entrando al edificio, el lugar parecía ser enorme. Sin embargo, dejó de prestarle atención a las instalaciones cuando notó que poco a poco se estaba volviendo el centro de atención tanto por su forma de vestir, como por el hecho de que era estudiante nuevo. Por lo que lentamente se puso el gorro de su sudadera, escondiéndose lo más posible en ésta y evitando así el contacto visual.

Se adentró en el edificio, guiándose por el papel que había encontrado bajó su almohada el cual tampoco tenía mucha información sobre el lugar.

—Locker número 11...— Frunció su ceño mirando el casillero asignado. —Es un armario pero...— Lo tocó un par de veces. —No abre...—Hizo un pequeño mohín antes de girarse a los pasillos, viendo a más alumnos.

«Un año, un año, un año...» Pensó Yeonjun suspirando.

Siguió caminando guiándose con el mapa, pasaba aula tras aula, alumno tras alumno, club tras club, era enorme, parecía que nunca acabaría. Hasta que después de unos minutos logró llegar a su aula asignada, miró dentro de ésta y habían muchos alumnos, todos ahí poseían un aura tan... Atractiva.

Entró en silencio, yéndose hasta el fondo donde tomó asiento, pidiendo que por favor nadie se acercara a él. No porque no quería amigos o porque "odiaba" a las personas, sino porque Yeonjun no quería hablar con nadie, no quería ver a nadie, quería evitar "encariñarse" con las personas de esa época ya que creía firmemente que dentro de un año se iría, así que no quería querer a alguien, no quería sentir nada sentimentalmente tanto para protegerse a sí mismo como para proteger al resto.

𝐂𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐑𝐚𝐫𝐨 | 𝑆𝑜𝑜𝑗𝑢𝑛 (Adɑptɑción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora