CAPÍTULO TREINTA Y UNO

41 22 30
                                    

 Regresamos a casa de Evan sin ningún problema, todo está oscuro así que entramos con sumo cuidado y silencio

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Regresamos a casa de Evan sin ningún problema, todo está oscuro así que entramos con sumo cuidado y silencio. Nos dirigimos a la planta superior y entramos a su cuarto. Despertamos a Jacobo, quien abre los ojos de golpe. Necesitamos hablar con él.

—¡Vamos! No he dormido nada —se queja. Está acostado con el brazo sobre sus ojos, no tiene nada puesto más que un bóxer de cuadros azueles, tampoco está cobijado.

—Necesitamos hablar —le informa Evan mientras cierra la puerta y nos sentamos en su cama—. Hoy es cumpleaños de tu padre.

Jacobo baja el brazo y nos observa con atención.

»Queremos que nos ayudes a entrar a su fiesta —Jacobo vuelve a colocar el brazo en sus ojos y con la voz más firme que es capaz, pregunta:

—¿Lo mataran? —Evan y yo intercambiamos una mirada.

—No. No mientras no nos obligue —contesto—. El plan es hablar con él. Por lo que sabemos las cabezas de todo esto es tu madre, la Coronel Sullivan y mi abuela, así que queremos saber si él estaría de nuestro lado o de ellas. Podríamos evitar una guerra si él nos ayuda —se toma varios segundos para contestar.

—Bien, ya dijeron la primera parte. ¿Qué pasa si no está de nuestro lado? —respiro hondo, sin embargo, las palabras se desasen en mi garganta y salen en un suspiro.

—Habrá veinte hombres de Richard apostados alrededor de la casa, si tu padre dice que no, ellos entrarán y los sacarán, sin importar los daños colaterales —contesta Evan.

—De acuerdo. Hagamos un trato: déjenme dormir y por la mañana vemos que hacer, ¿hecho?

—Hecho —acepta Evan.

Jacobo toma eso como señal para acostarse de costado dándonos la espalda y preparándose para su larga siesta una vez más.

No he parado de pensar durante todo el camino que le aseguré a mi abuela ir mañana a casa, de lo contrario vendrá a buscarme y aunque no sabe dónde estoy, si estuvo en comunicación con Sullivan puedo apostar lo que sea que sabrá a dónde venir.

—Lexa —me susurra Evan y su aliento hace que me estremezca. Pasa sus manos por mi cintura y besa delicadamente mi cuello —quédate aquí conmigo, si vas a tu cuarto... —por su silencio sé que busca una excusa coherente —despertarás a Sarah.

Al otro lado de la habitación, en la cama contigua, escuchamos como Jacobo se ríe por un pretexto tan tonto.

—Bien. Me quedo.

Siento como mi rostro se calienta y agradezco que esté a mi espalda y a oscuras. Me quito el pantalón y me quedo solo con la ropa interior y la playera. Evan al igual que Jacobo solo lleva puesto la ropa interior.

A pesar de que es de madrugada, puedo ver su silueta contra la oscuridad. Siento su cuerpo cálido pegado al mío. Sin previo aviso nuestros labios se encuentran y yo me dejó llevar. Una almohada nos golpea y ambos nos incorporamos de un brinco.

PROTOTIPO CR-6: CONTROLWhere stories live. Discover now