CAPÍTULO VEINTIUNO

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—¡Señor, esta chica estaba espiando! —nos interrumpe uno de los acompañantes de Richard

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—¡Señor, esta chica estaba espiando! —nos interrumpe uno de los acompañantes de Richard.

—¡Suéltame, estúpido! —se me cae el alma a los pies, es Lexa.

Patea la rodilla de uno de sus atacantes y mientras este se doblega con la mano derecha empuja su cabeza hacia su rodilla. Una vez libera su brazo derecho por completo golpea al otro tipo en la nariz justo cuando Richard detiene la pelea.

—!Alto¡ ¡Déjenla!

—Carajo —maldigo en un susurro.

—¡Lexa! —escucho que dicen en un gemido a mi lado.

—¿La conoces? —le pregunto al muchacho que se ha mantenido en el anonimato, más me ignora.

—Así que aquí es donde te has escondido. ¡Cobarde! —no lo pregunta, sino que lo afirma.

No comprendo qué es lo que pasa, aunque ambos se miran fijamente. En los ojos de Lexa solo hay dolor y odio, mientras que en los del «sin nombre» veo tristeza.

Estoy desconcertado.

—¿Venía con ustedes? —me susurra Richard.

—No, pero no te preocupes, es de fiar —o al menos eso espero.

—Lexa yo... —intenta volver a hablar el «sin nombre».

—¡Vete a la mierda! —le escupe Lexa demasiado exaltada—. ¡Y tú! ¿Estabas en todo esto? —me pregunta dolida.

—Lexa, escucha, yo...

—¡Cállate, Evan! ¡Cállate!

—Dennos un momento —le pido a Richard.

No espero su respuesta me doy media vuelta y comienzo andar cuando escucho que el «sin nombre» pregunta a Jacobo:

—¿Son pareja? —no logro oír la respuesta de mi hermano.

Veo como el grandulón se limpia la nariz sangrante y su compañero mira con coraje a Lexa, quien me ve con dolor y odio. Eso me hace sentir nervioso.

—¡¿Por qué nos seguiste?! —intento hablar con calma, pero no puedo detener el sin fin de sentimientos, que al final todos se relacionan con uno, coraje.

—¡¿Por qué no me dijiste que eres un presunto asesino?! —escupe las palabras y al final atisbo un rayo de duda, aunque no estoy seguro.

De cualquier modo, sus palabras son un golpe bajo, ahora comprendo el porqué de su mirada. Así que la Coronel trata de usarla de usarla en mi contra.

—¡¿Quién te dijo eso?! —no puedo evitar que mi voz salga impregnada de cólera y temor.

Se queda callada y sabe muy bien que no debió decir eso. Es momento de que le explique todo, sin embargo, me pregunto qué posibilidad hay de qué corra a contárselo todo a la Coronel.

PROTOTIPO CR-6: CONTROLOnde histórias criam vida. Descubra agora