DOLOROSOS [ En Edición ]

EXTRA I

NICK LOMBORTE

Paso ambas manos por mi rostro, estresado cierro los ojos como si pudiera desaparecer con ese acto.

- ¡Acaso tengo yo la culpa de que ese negocio se halla ido a la mierda!

- ¡Nunca dije eso Mikaella, pero te ordené que te quedaras quieta y no lo hiciste, eso me costó millones de dólares sabes!

Ella agarra un jarrón y me lo lanza - ¡No soy tu puto perro para hacerte caso!

- ¡Eres mi esposa, debes escucharme!

- ¡Tu escúchame maldito desgraciado! –de mala gana quita un cuadro de la pared - ¡Al jodido demonio ser tu esposa, me tienes hasta la ostia!

Lanza el cuadro que logró evadir; al igual que el jarrón, los libros, decoración y algunos cuchillos, queda en el suelo vuelto añicos.

- ¡Acaso te obligué a poner ese anillo, dime Mikaella lo hice! –levanto aún más la voz - ¡He hecho todo, te eh dado todos los lujos y aun así no te basta!

- ¡Te recuerdo que todo esto fue un contrato, nada es real!

Mi cuerpo tiembla de rabia ante sus palabras, doy largos pasos hasta quedar frente a ella, tomo sus brazos mientras me mira retadora.

-Ese contrato fue disuelto cuando me enamore de ti, ese jodido papel no existió entre nosotros jamás ¡Eres mi maldita esposa, porque te amo y tú me amas! –expreso –Eres Mikaella de Lomborte, la señora del ex líder de la mafia rusa, la mujer a la cual todos deben de temer.

-Cállate...

-No llegaste aquí por unas simples firmas, llegaste aquí por que escalaste con garras, te defendiste con dientes y apartaste los obstáculos con tu valor.

Sus ojos empiezan a acumular lagrimas que no se permite soltar.

-Que en tu mente no pase la idea de apartarte de mí, porque te juro que te mando a lavar el cerebro Mikaella –digo provocando una mueca en ella –No fue tu culpa, solo me choca que no me hallas tomado la palabra, pudiste haber salido herida.

-Te encanta amenazarme no es así.

-Es mi pasatiempo favorito contigo.

Tomo su cintura para darle un beso, un beso que se extiende mientras invadimos nuestras bocas y en el proceso olvidamos el porqué de nuestra pelea.

Paramos el beso cuando oigo unas llantas rechinar, en la puerta de cristal se reflejan unas siluetas acercándose y pronto las voces de unos niños llegan a nosotros.

-Te dije que yo quería el helado de limón –se queja una pequeña pelinegra abriendo la puerta

A su lado dos y una niña nos miran.

- ¡Abuelos! –gritan al unísono

-Ey –expreso agachándome para recibirlos

Miro los rostros de Dalai y Alhea que me sonríen alegres, mi esposa llena de besos la cara de Xiang mientras Zigor se burla, pero pronto es el a quien besa dejando su labial marcado.

-Adivina que.

-Que.

-Soy la primera en la clase y estoy en el cuadro de honor –habla orgullosa la de ojos oscuros

-Sí y yo me he adelantado un grado por mis excelentes notas –dice el de ojos claros

Xiang suspira mientras niega con la cabeza –No, pues yo soy el líder de mi equipo de futbol y tengo locas a las de mi curso.