CAPITULO 4

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• COMPROMISO •

SATHIEL LOMBORTE

8:27 P.M. – ITALIA / FLORENCIA

Vuelvo a poner el video de seguridad, las cámaras del banco muestran a una mujer entrar con una bolsa. Camina segura y elegante hasta que llega a la caja, donde una chica la atiende.

Hasta ahí se ve que está tranquila, pero es luego cuando nota nuestra presencia y su cuerpo parece tenso. Tan rápido como puede se va mientras nosotros intentamos detenerla, hay empieza la persecución.

Yo cogí por otro lado siguiendo las instrucciones de Dhack; pensábamos rodearla y eso creímos hacer, pero ella realizo una maniobra que la dejo libre y luego la policía se involucró deteniéndonos el paso.

Cuando los perdimos, empezamos a seguir un auto, pero al final era solo una distracción asi que simplemente le perdimos el rastro.

Todo esto empieza a darme mala espina, cuando la teníamos rodeada Hades dijo algo que nos distrajo y esa mujer pudo aprovechar.

FLASHBACK

-Anaita –escucho por el radio dejándome en shock

Dirijo mi mirada al carro frente a mí, intentando ver al conductor, pero me es imposible y justamente en eso, hace una maniobra que le ayuda a escapar.

-que dices –pregunta Bael

-Anaita....

FIN FLASHBACK

Le pedimos varias explicaciones a Hades, pero parecía estar perdido en sí, eso nos dejó mal por un lado y por otro la llamada que realizo Rebeca hace unas horas empeoro todo.

FLASHBACK

-oigan llamada Rebeca dice que es importante –avisa Bael confundido –la pondré en altavoz.

Escucho una respiración agitada y algunos murmullos.

-hola, ya están todos –dice nerviosa

-sí, que paso, están bien.

-bueno si...pero paso algo que...

-que pasa Rebeca –alega Dhack perdiendo la paciencia

-Anaita...vimos a Anaita aquí en el hotel...

FIN FLASHBACK

Intento buscar una y otra vez la conclusión a todo esto, nada solamente nada. Llevo mi cara a mis manos intentando calmarme, escucho algunas quejas, pero no presto atención.

-amor, me extrañaste –habla una voz algo chillona

Levanto la cabeza para encontrarme a Clarisa Renad, una niña mimada y de lo más fastidiosa. Lamentablemente mi prometida, mi padre realizo un negocio hace varios años, prometiendo una unión entre nuestra familia y la Renad.

Con el tiempo crecí al lado de Clarisa, ella creo un fetiche conmigo que le exigió a su padre ser mi esposa. Claramente mi padre se negó, pero viendo que eso nos favorecía le dije que no había problema, solamente tendría un título de mi parte.

Ahora maldigo el día que acepte aquello, yo solamente llevare una mujer al altar y será Anaita. Aunque ya no este, mis sentimientos solo le favorecerán a ella.

-que haces aquí Clarisa –pregunto secamente

Ella se acerca moviendo exageradamente sus caderas –amor, sabes que te extraña y pronto nos caseros debemos de ver los asuntos de la boda y ju...

DOLOROSOS [ En Edición ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora