IX

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Honestamente, JiMin creyó que no podría dormir aquella noche. Luego de hacer el amor sintió que no podría pegar un ojo. El diablo había dicho que sería el humano más amado de toda la tierra... pero "hoy". Solo por hoy, y ya. Y eso no había salido de su cabeza para nada. Sin embargo, los cómodos y cálidos brazos de Yoongi envolvían su cuerpo de una manera que lo hacía sentir protegido, agotado.
Tenía más sueño de lo que alguna vez había tenido, e incluso creía que Yoongi podría estar haciendo aquello. Sin embargo, estaba realmente cansado como para ponerse a llorar, o despedirse apropiadamente del -ahora- amor de su vida, incluso si éste era el que finalizaría por matarlo.
El mayor pasaba las cálidas yemas de sus dedos por el pálido y suavecito brazo del menor, el cual se estremecía con el toque a la par que veía cada vez más nublado. Para cuando quiso darse cuenta, ya se había dormido. Y despertó al día siguiente. El dolor que sentía en los músculos era inexplicable, la pesadez de su cuerpo y el leve malestar en su pecho lo empeoraban.

Las cobijas cubrían su figura y la de la persona que lo abrazaba desde atrás, el cual hacía todo más cálido. Quitando el malestar que llevaba sobre él, estaba realmente feliz. Había dado su primer beso, había hecho el amor por primera vez, todo eso con Yoongi. Con el diablo. Ya nada podía ir mal.

Se removió un poquito al sentir que la mano del rey de las tinieblas le acariciaba la pancita. Claramente estaba despierto... ¿Siquiera dormía? ¿Siquiera él seguía vivo o era todo una ilusión? -Mh. -Yoongi suelta aquel sonido luego de olfatear los ricitos de JiMin.

-Hueles como si te hubiese hecho mío. -dice.

Tira del cuerpo del rizado y éste comienza a darse la vuelta hasta quedar de frente al cuerpo desnudo del mayor. Su oído ya no hace ese extraño sonido, y ahora puede mirarlo a los ojos las veces que desee.
Sin embargo, se siente muy avergonzado como para verlo, pero se mantiene observando fijamente sus labios. Yoongi toma aquello como una señal y no se negó a dejar un suave pero lento beso en los labios de su niño favorito, el cual parecía algo perdido en sus pensamientos. El diablo se alejó solo un poco para verlo, esperando a que hable.

-Sigo aquí... -dijo el rizado, parpadeando lentamente y rodeando tímidamente el cuello del mayor en cuanto éste se acercó más y comenzó a dejar tibios besos en la piel de su cuello.

-Si.

-N-No me sucedió nada. -tartamudeó.

Aún sentía algo de miedo, y fue como si Yoongi pudiese sentirlo ya que lo envolvió mejor por la cintura. Apartó su bello rostro del cuello de su niño y ambos se vieron fijamente por primera vez en el día. Fue algo precioso.

-¿Por qué?

Nuevamente continuaron observándose por unos segundos a los ojos. El diablo suspiró, sonriendo de lado con una lentitud delirante antes de girar un poco el cuerpo del niño, dejándolo boca arriba y posicionándose sobre éste. Le acarició el muslo con cuidado, rozando por debajo de las sábanas su miembro entre las piernas de JiMin.

Éste bajó la mirada con vergüenza, mordiendo su labio inferior para no suspirar como torpe. El rostro de Yoongi baja lentamente hasta quedar a la medida de su oreja, mordiendo suavemente el lóbulo de ésta antes de pegar su boca.

-Porque quiero y puedo. -simplemente respondió.

En parte JiMin teme a aquello. Piensa en que podría desaparecer en cualquier momento, sin tener una justificación válida, sólo un "porque quiero y puedo."

-Oh. -dice, nuevamente aferrándose al cuello de Yoongi cuando éste se alejó para verlo fijamente a los ojos. JiMin se atrevió a alzar la mirada, cruzando su vista con la del diablo.

-Y voy a disfrutarte un rato más... porque quiero y puedo. -sin más, atrapa los labios de su niño entre los suyos, besándolo lenta y profundamente, ladeando la cabeza para que sus narices no choquen y sea incómodo.

DWTD ; ©YoonminWhere stories live. Discover now