Capítulo 77: todo fue planeado

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Calle

¿Cómo sentirme? No lo sé, pero me duele, me duele saber que ella no vendrá otra vez, me duele aún más saber que es por mi culpa y ni siquiera puedo remediarlo porque sigo en esta maldita cama y no con ella haciendo lo que quiero, pedirle perdón y decirle que la amo, que la amo más que a nada en el mundo.

—quita esa cara

—no vendrá —Laura estaba conmigo observando como ponen todas esas agujas en mi pierna y yo ni siquiera lo siento —lleva días sin venir y cada vez pierdo las esperanzas

—oye ¿no te duele?

—ya quisiera, pero no, ahora lo único que me duele es no ver a poché ¿segura que está bien? —ella asintió, pero nada calma mi angustia

—dijo que estaba buscando un lugar para mudarse, pero estoy haciendo que no encuentre nada hasta el momento, además tiene muchos exámenes esta semana y tal vez esa sea la razón por la que no ha venido —la conozco y sé que ningún examen seria impedimento para venir a verme —dale tiempo poché

—¿tiempo? ¿estás loca? La quiero conmigo lo antes posible y sí, ya sé, no me lo tienes que decir porque te aseguro amiga que ya aprendí, no volveré a abrir la boca cuando estoy enojada —sabía lo que Laura me diría así que me le adelanté

—¿Qué más podemos hacer? Joaquín la está cuidando en la universidad porque se lo pedí, según paula hay muchos idiotas intentando hablarle —suficiente, esa mujer es mi esposa y ningún baboso me la va a quitar.

—busca una maldita silla de ruedas y vamos a ir ahora mismo a su universidad, me importa una mierda que todo el mundo me vea así —Laura seguía de pie frente a mí —señorita quíteme todas esas agujas y por favor ya dejen de hacer eso que no siento nada ¿podría decirme donde consigo una silla de ruedas aquí?

—disculpe, pero usted no puede salir, la doctora Irene no ha firmado su alta —en vista de que nadie me quiere ayudar lo haré yo misma, quité cada una de esas malditas agujas y bajé mis piernas al piso haciendo que la enfermera saliera corriendo y Laura me sostuviera para no caer

—¿Qué crees que estás haciendo?

—¿no lo ves? Vamos a salir de aquí —me volvió a colocar sobre la cama y empezó el regaño

—¿crees que este lugar es un maldito centro comercial? ¿Dónde puedo conseguir una silla de ruedas? ¿en serio Daniela? ¿hiciste esa pregunta? —obviamente la hice porque ella no me ayudaba

—si sabes la respuesta para que me preguntas Laura ¿sabes que estamos perdiendo tiempo valioso? En este momento algún baboso se está acercando a poché y ella es libre de hacer lo que quiera porque ¿sabes por qué? Porque soy pendeja y le firmé el divorcio así que no me digas que me calme porque no lo voy a hacer.

—si ya lo entendí, pero no puedes salir como si fuera tu casa además mañana viene el doctor que te operará y tienen que hacerte muchas pruebas —¡maldita sea! ¿Qué hago ahora? No puedo quedarme de brazos cruzados

—voy a enloquecer Laura —me quedé mirando el techo y una grandiosa idea llegó a mi cabeza —llama a Joaquín necesito hablar con él

—no puede venir

—¿Qué? ¿por qué no puede?

—paula se lo prohibió, dijo que te jodas por idiota y él lo aceptó —ya sé quién manda en esa relación, aunque no te juzgo amigo, yo haría lo mismo si poché me prohibiera algo —ustedes son muy gobernados

—se le dice evitar problemas Laura y mejor consígueme un maldito teléfono que el mío se perdió en algún lugar —mi amiga buscó en su bolso y me entregó uno ¿Cómo supo que se lo pediría? —me lo dio Mafe, dijo que ibas a necesitar uno al menos para distraerte

perdóname (caché g!p)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon