capítulo 11: galletas

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poché

hablé con valentina respecto a lo que calle me había dicho y accedió para que Laura sea quien la ayude, dijo que ella le caía bien y que le daba confianza así que sería como hablar con una amiga, creo que tiene mucha razón. Por otro lado, entendí prácticamente todo lo que Calle me explicó y le estaba agradecida por ayudarme, con eso me refiero a todo lo que hace por mí.

—¿esta lista señora? —suspiré y bajé del auto antes de que Joaquín sea quien abra la puerta, se supone que tiene que aparentar ser unos más pero siempre actúa como mi guardaespaldas o parte de seguridad nacional, es frustrante al no pasar desapercibida.

—trata de relajarte, cuando entremos a clases trata de lucir tranquilo ¿sí?

—pero su esposa......

—sé que te dijo que me cuides y lo harás, solo no actúes como un gorila siempre, ya lo hablé con calle y está de acuerdo en todo lo que te estoy diciendo. Justamente es por eso hoy no llevas uniforme, trata de mezclarte ¿sí? Por favor —rogaba que al fin entienda y creo que sí lo hizo al menos por un momento, es un avance ¿no?

—con esto puesto no puedo llevar mi arma —ok, no sabía que llevaba un arma

—podrías ponerte la chaqueta y.... —ni terminé de hablar cuando él ya lo estaba haciendo, empezamos a caminar y el caminaba detrás de mí así que lo detuve

—¿pasó algo señora?

_ si ¿es necesario que camines detrás de mí siempre?, podrías hacerlo aquí al lado, así como paula o alejo —el solo asintió y tomó su posición a mi lado izquierdo, vigilaba por todos lados así que solo lo dejé, creo que no cambiará su actitud de la noche a la mañana y más si es su trabajo.

Entramos a todas las clases y él era mi compañero de carpeta, creo que ningún profesor se daba cuenta que el no pertenecía a la clase excepto el que me toca al final del día, me odia desde que calle lo golpeó y lo amenazó para que no se vuela a acercar a mí.

—le traeré el almuerzo, con permiso —ni siquiera pude refutar porque ya estaba caminando y yo me cubría el rostro con resignación

—¿Por qué estas así?

—le dije que actuara normal y sigue sin hacerme caso paula

—es tu guardaespaldas poché además creo que le tiene miedo a tu esposa —me reí por lo que dijo, creo que todo el mundo tiene una idea errónea de ella y en un principio fui yo uno de ellos

—ella no es así paula, viste como trata a nana y siempre habla con respeto —paula ya tenía una sonrisa de oreja a oreja así que preferí callarme de una buena vez

—ella es cool pero una cosa es ser respetuosa y otra muy diferente es poner tu seguridad en manos de alguien más, no creo que esté contenta si te pasa algo —lo he escuchado tanto que me cuestiono mucho su preocupación ¿será que si le importo?

—¿hablaban del bombón de tu guardaespaldas o del bombón de tu esposa? —alejo nunca puede controlar su lengua, iba a decirle que, de ambos, pero Joaquín llegó con nuestros almuerzos y preferí callar

—señora, señorita paula —dijo entregando nuestras bandejas y luego fijó su vista en alejo —puede tomar el mío yo compraré otro

—no es necesario yo solo tengo una clase más y luego voy a casa —dijo de inmediato así que Joaquín tomó asiento junto a nosotros

—¿no tienes calor con eso? —le preguntó paula señalando su chaqueta y el negó mientras comía

—tengo que ocultar mi arma —dijo volviendo a comer y paula me vio de inmediato, tiene la misma expresión que yo cuando me enteré.

perdóname (caché g!p)Where stories live. Discover now