capítulo 51: entregarse sin miedos

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calle

escuchar esas palabras de su boca fue irreal, mi intención con venir aquí no era que su decisión sea esta, yo solo quería pensar y controlarme un poco, con ella en este pequeño cuarto ahora ese poco control se iba al carajo. Su cuerpo desnudo frente a mí me hace delirar sin siquiera haberla tocado y no entiendo cómo es que logra eso en solo unos segundos.

No resistí más y atrapé su boca en un beso tierno pero profundo, solo quería hacerla sentir lo que ella provoca en mí y creo que no soy la única porque me recibió ansiosa de la misma manera.

Cerré la llave de la ducha y la vi a los ojos, esos ojos aceituna que me llevan a otro mundo estaban completamente oscuros y todo ella gritaba que la toque. Volví a sujetarla de la cintura, pero esta vez para hacer que caminara conmigo justo a nuestra cama donde anoche me la pasé observándola dormir sin poder creerme que ahora si es mi esposa por su decisión.

La puse delicadamente sobre la cama y empecé a acariciar su cuerpo desnudo mientras ella hacia lo mismo en mi espalda, sus dedos subiendo y bajando marcaban el ritmo con el que la besaba haciendo que mi deseo aumentara, pero sabía que tenía que controlarme, aunque ya habíamos llegado hasta este punto en muchas otras oportunidades, nada era igual.

—¿quieres que continúe? —pregunté para asegurarme que se sienta segura de lo que estamos a punto de hacer

—si —fue su respuesta para empezar a besarme con deseo, besé sus pechos y acaricie su centro para asegurarme que esté lo suficientemente húmeda para lo que seguía y cuando lo confirmé saqué uno de los tantos preservativos que me obsequio Laura y me lo puse ante su mirada.

Estaba tan excitada que sentía que me dolía, pero su mirada hacía que me calmara, ella se merece todo el amor y la delicadeza del mundo y se la voy a dar. Empecé a rozar mi erección en su centro mientras acariciaba sus pechos y besaba su boca hasta oír uno de sus grandiosos gemidos salidos desde lo más profundo de su ser.

Me aterraba la idea de que recordara lo que le pasó cuando dé el siguiente paso así que fui lo más honesta posible e hice lo que Lina le dijo "recuerda que ella no es Johan ni Sebastián" y yo haré que tenga eso presente en todo momento.

—abre los ojos mi amor —dije lo más dulce que puedo ser y es solo ella quien saca ese lado extremadamente cursi siempre —intentaré entrar y al principio dolerá ¿quieres que continúe? —ella movió la cabeza en afirmación así que continué.

Me posicioné en su entrada y me moví lentamente, hasta que sentí un quejido y todo ella se puso tensa. Sabía que lo que me temía se avecinaba así que me detuve y empecé a besarla lento.

—mírame mi amor, soy yo, soy Daniela, soy tu esposa

—tengo miedo calle, pero no de ti... —sus ojos se llenaban de lágrimas y yo de impotencia, no quiero que vuelva a sufrir nunca mas

—¿en verdad quieres que continué? Porque....

—hazlo, solo no quiero recordar, no ahora —le di un pico he hice que me mirara

—mira mis ojos —ella lo hizo —entraré lentamente y no dejes de mirarme.

Ella asintió así que así lo hice, evité tomar sus manos he hice que me acariciara mientras yo hacía lo mismo con ella, no quería que olvidara que se trataba de mí, que era yo quien la amaba.

—relájate mi amor, que harás que termine antes de empezar —estaba muy estrecha y podía sentir su dolor con solo ver su rostro y sus ojos cerrarse —te amo mi amor, te amo tanto que no te puedes siquiera imaginar

perdóname (caché g!p)Where stories live. Discover now